Lejos parece quedar ya el inicio de octubre, cuando BakeaSormena vivió el primero de los doce encuentros previstos con el público para conocer una docena de proyectos internacionales de resolución de conflictos aplicando claves artísticas, una labor acompañada por otras tantas propuestas creativas de agentes culturales alaveses. Es mucho lo sucedido en este tiempo, pero antes de que el simbólico telón baje en las cocheras del Palacio Escoriaza Esquível, hoy y mañana, a las 20.00 horas, el ciclo organizado por Porpol tiene una última cita con los espectadores.

La despedida vendrá marcada por la labor que desarrolla la organización inglesa Friction Arts, una agrupación que crea arte a partir de las experiencias personales de la gente que se va encontrando. Un trabajo que tendrá su enganche aquí con la pieza escénica que ha preparado para la ocasión la compañía alavesa Pikor.

Friction Arts nació en 1992 con la intención de realizar un trabajo que sirva para sacar a la gente de sus contextos habituales para darle la vuelta a las cosas, partiendo de la base de que la cultura es motor de cambio, herramienta transformadora. Actúan donde no se les espera, sobre todo en lugares donde la expresión artística no es habitual, aprovechándose de la sorpresa para recabar información sobre las personas que se encuentran (gran parte de sus acciones se realizan en la calle). A partir de esas vivencias y pensamientos, la agrupación realizan performances, instalaciones, intervenciones, publicaciones o lo que sea apropiado en cada proyecto, siempre respetando lo que les ha sido comunicado por el público.

"Es muy interesante ver el desarrollo de sus propuestas y lo que consiguen con su actividad", explica Miguel Olmeda, director de Pikor, quien comenta que con la organización inglesa el grupo alavés comparte, sobre todo, "la actitud que tienen en su presencia en las calles". Eso sí, poco o nada sabía de ellos antes de la llamada de BakeaSormena, "así que me he tenido que empapar echando mano de mi inglés, que es más propio para hacer turismo que otra cosa".

Partiendo de ahí, y del factor sorpresa, Pikor ha diseñado una obra que va a requerir de la participación activa de los presentes, una propuesta que buscará romper la comodidad del público "para que nos den información sobre su realidad". "Incluso aspiramos a que alguien pueda hacer alguna que otra confesión", describe un Olmeda que tampoco quiere dar demasiados detalles para no romper la incertidumbre previa.

Cada uno de los dos días previstos, aquellos que acudan a las cocheras se encontrarán con una pieza que tendrá sus partes improvisadas y otras fijas, aunque éstas variarán de hoy para mañana. En este caso, el grupo quiere hacer un especial hincapié en un tipo de conflicto que la agrupación inglesa también trabaja, el de la violencia de género.

"Es una temática muy seria, por supuesto, no queda otra. Tiene que ser así, pero nosotros también tenemos una forma de hacer, que tiene que ver con el juego con el absurdo, con el humor". Y con esas herramientas, Pikor intentará entrar en una cuestión donde muchas veces impera la ley del silencio, no sólo entre quien sufre la agresión sino también por parte de aquellos que son testigos. A eso, a juicio de Olmeda, se unen unas instituciones que, en muchos casos, están desorientadas en cuanto a esta problemática.

Todo ello sucederá, como siempre con la entrada gratuita, en las cocheras de Escoriaza Esquível, un espacio singular que además ha ido guardando los materiales que han ido dejando los once encuentros anteriores. "Es un lugar en el que se puede hacer lo que se puede hacer, pero ofrece muchas posibilidades. De hecho, ojalá pudiera mantenerse como un espacio para la cultura", apunta el co-fundador de la compañía asentada en Maeztu. "Tiene mucho espacio aunque no altura; vamos a ver qué nos puede dar, aunque seguro que será interesante porque tenemos previsto también utilizar varios de los materiales que nos hemos encontrado; es lo bueno de ser los últimos en participar", remata.

Olmeda, de todas formas, ya lo conoce. También ha sido espectador en alguna de las citas anteriores de BakeaSormena. "Es una propuesta muy interesante y original por dos motivos. El primero, por lo que supone de interrelación entre diversos colectivos alaveses y de ellos con propuestas internacionales como las que se están conociendo. El segundo, porque supone, además, la recuperación de un espacio".

Esas características también fundamentan las dos citas de esta semana, dos sesiones bajo un mismo concepto que ponen el remate final a una experiencia que a lo largo de las doce últimas semanas ha tomado forma y fondo.

Se cierra así un camino en el que Porpol, en colaboración, entre otros, de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, ha caminado por medio mundo, conociendo de primera mano experiencias en las que la cultura, el arte, las expresiones de creación son una herramienta para intentar solucionar conflictos de todo tipo, no sólo políticos. Citas en las que ha habido contacto, conversaciones, experiencias, sentimientos y muchas reflexiones.