madrid. Contradictorio, polémico, vehemente y neurótico, Miguel de Unamuno encarna como pocos al intelectual moderno, al que la escritura le sirvió para guardar "un precario equilibrio" con la convulsa época que le tocó vivir. Ahora, Jon Juaristi reivindica en una biografía la figura del genial escritor. "Unamuno no estaba ni con unos ni con otros. No se dejaba captar por ninguna de las tendencias políticas, literarias ni del pensamiento de su época", afirmó ayer Juaristi, al presentar esta biografía que coeditan Taurus y la Fundación Juan March. El escritor de la Generación del 98 tenía la conciencia de "sentirse arrojado a la modernidad. España estaba saliendo de una modorra de siglos y se estaba acercando a la Europa de su tiempo", añadió Juaristi. El autor de Niebla vivió esa experiencia nacional española "como si fuera suya". Y vivió "la contradicción que había entre pertenecer a una casta intrahistórica, la de los vascos, y sentirse más español que nadie", dijo Juaristi, quien destaca del célebre autor que "ofreció un nuevo lenguaje, el del modernismo, el de la autorreflexión crítica sobre la modernidad".