El Tribunal Municipal de Moscú dejó ayer en libertad condicional a Yekaterina Samutsévich, una de las tres integrantes del grupo punk Pussy Riot condenadas a dos años de prisión por cantar en el principal templo de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Mientras, dejó en firme la sentencia de cárcel para las otras dos jóvenes, Nadezhda Tolokónnikova y María Aliójina, condenadas por "gamberrismo motivado por odio religioso", delito del que las tres se declaran inocentes, según las agencias rusas. "El tribunal estima que Samutsévich puede enmendar su conducta sin ser aislada de la sociedad", dijo a los periodistas la portavoz oficial de la instancia judicial, Anna Usacheva. La nueva abogada de la mujer liberada, Irina Jrunova, explicó los motivos que en su opinión llevaron a la liberación de su defendida: "Tan solo le hemos enseñado al tribunal su papel en la actuación (en la catedral de Cristo Salvador de Moscú)". "En 15 segundos no le dio tiempo a hacer nada. El tribunal atendió nuestros argumentos", agregó.