MADRID. To the wonder era una de las películas más esperadas de la edición número 69 del Festival de Venecia. Sin embargo, la última obra de Terrence Malick ha decepcionado, causando algunas risas durante su proyección, abundantes abucheos y algún tímido aplauso al final. Aunque es verdad que el director de Días del cielo era uno de los favoritos a ganar el León de Oro, no debemos olvidar que el cine de Malick siempre provoca reacciones radicales entre sus seguidores y los que aborrecen su característico modelo narrativo. Ni siquiera cuando el año pasado ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes por El árbol de la vida, las críticas fueron todas positivas, algunos especialistas la calificaron de fraude. Con la extraordinaria La delgada linea roja pasó algo parecido, la crítica estuvo dividida a pesar de haber triunfado en la Berlinale. Esta vez el director norteamericano presenta una profunda reflexión acerca del amor y la capacidad que tenemos los seres humanos para controlar nuestros propios sentimientos. El cine de Malick suele tener un objetivo muy diferente al de los productos comerciales, sus obras son una búsqueda continua de la dimensión espiritual que existe en la realidad, planteando este análisis en temáticas tan diversas como el amor, la guerra o la familia.

En la presentación de la película se han ausentado la mayor parte de su reparto, a pesar de estar formado por un buen número de grandes intérpretes, entre los que se encuentran Ben Affleck, el español Javier Bardem y Rachel McAdams, que también protagoniza Passions de Briam de Palma, que se podrá ver el próximo 7 de septiembre en el festival. A ellos se unen secundarios de nivel como Rachel Weisz, Michael Sheen y Olga Kurylenko. Esta última, conocida por obras como Paris, je t'aime o Quantum of Solace, ha sido la encargada de defender el filme, ya que, como es habitual, Malick no ha acudido a la presentación oficial. Según la actriz, To the wonder es "la historia de una pareja que se ama pero que no puede convivir, que se separa y vuelve con la esperanza de que esa vez sí funcione, pero eso nunca sucede". "La pregunta que hace la película es si ese amor es una expresión de nuestro libre albedrío o si por el contrario el algo por encima de nosotros que nos domina", añadió Kurylenko. En esta ocasión. Malik ha cambiado la periodicidad con la que presenta sus obras, algo que los especialistas achacan a las malas críticas de To the wonder. El tiempo que el realizador se ha tomado para desarrollar esta historia es de solo un año desde el estreno de El árbol de la vida, algo que nunca había hecho a lo largo de su filmografía. Entre su primer largometraje, Malas tierras en 1973 y Días del cielo pasaron cinco años. Tardó otros 20 en estrenar su siguiente obra, La delgada linea roja en 1998 y hasta 2005 no pudimos ver El nuevo mundo. Además. el director no tiene intención de mantener el ritmo de rodaje que tuvo a lo largo de los 70, 80 y 90, ya que tiene previsto tres nuevos proyectos para 2013 y 2014, los largometrajes Lawless y Knight of Cups, ambos con Christian Bale y Voyage of time, un documental existencialista sobre la naturaleza.