madrid. El realizador vasco Javier Giner se prepara para filmar Un juego más con Lola Dueñas y Carmen Machi en octubre, después de haber colocado sus dos cortos Save me y Night Flowers, como los más vistos en el portal de cine online Filmin.
Las perspectivas diferentes mueven la carrera de Giner, quien demuestra que puede haber grandes estrellas del corto y que la psicología infantil puede originar una trama de cine negro. Ahí pendula la idea de "una sociedad que condena el fracaso continuamente", y que castiga a los que piensan diferente. Sean prostitutas de Nueva York, niñas obsesionadas con el crimen pasional o, como Giner, directores de cine que quieren dotar al corto de glamour. Un juego más es su próxima obra, un cruce entre Perdición y Pequeña Miss Sunshine en el que el humor se desprende de la solemnidad y la trascendencia con la que una niña es capaz de manipular a su compañero de columpio como si fuese la mismísima Barbara Stanwick. "Arrastramos muchas mochilas y muchas de ellas provienen de los primeros diez años de vida. Y me interesa de los niños su capacidad de fantasía, de juego y olvidar preocupaciones", asegura Giner, quien defiende que "hay que educar a la gente para que se acostumbre a ver cortos, pero para eso hay que crear buenos canales de exhibición". A él no le da miedo reconocer que para sus "pequeñas películas" se inspira "en los más grandes, desde Visconti a Haneke".