Madrid. Manuel Fernández Castiñeiras, el electricista detenido como presunto autor material del robo del Códice Calixtino en la Catedral de Santiago de Compostela, ha guardado silencio desde que fue arrestado el pasado martes y se ha limitado a decir a la Policía: "No lo sé, no me acuerdo".
Así lo reveló ayer el comisario jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía (UDEV), Serafín Castro, que considera que el robo de la pieza se debe "probablemente" a un afán de "venganza" por parte del electricista, que había sido despedido de la Catedral y reclamaba a la Iglesia una indemnización de 40.000 euros. De momento, la Policía no ha podido determinar el origen de los 1,1 millones de euros que escondía el detenido en varias viviendas, además de 30.000 dólares en billetes pequeños e incluso pesetas, aunque no se descarta que procedieran de pequeños robos cometidos en el templo.
Junto a Fernández Castiñeiras, permanecen en dependencias policiales su mujer y su hijo. La novia de éste ha sido puesta en libertad con cargos y tendrá que acudir a declarar próximamente.
En cuanto a la devolución del Códice a la Catedral, se retrasará hasta el fin de semana, aunque la fecha concreta aún está por fijar. En un principio se había asegurado que la entrega del documento, que está en manos de la Policía, se realizaría este viernes, pero fuentes de la investigación aseguraron a Europa Press que no será hasta el fin de semana.
CAMBIO DE UBICACIÓN El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, manifestó que, tras la recuperación del Códice Calixtino, tuvo una conversación con el arzobispo de la Catedral de Santiago, Julián Barrio, en la que ofreció la colaboración de la Xunta para incrementar las medidas de seguridad, entre las que se podría incluir su traslado a otra ubicación dentro del templo. Con todo, preguntado al respecto al término del Consejo de la Xunta, el máximo mandatario autonómico aseguró que la decisión es del arzobispo y, preguntado por qué opciones se barajarían para trasladar el Códice, replicó que, a su entender, es Barrio quien "debe decirlo". "Yo no soy la persona adecuada para dar noticias que debe dar el arzobispo", aseveró, e insistió en que la Xunta está a disposición de las autoridades eclesiásticas para evaluar cualquier vía de mejora. Igualmente, llamó a aprovechar en la medida de lo posible las oportunidades de proyección que puede tener el caso, además de manifestar su satisfacción por el hallazgo y reiterar su agradecimiento a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que participaron en la investigación.
Por su parte, los técnicos del Museo de la Catedral estudian cómo exponer el Códice una vez que vuelva al templo, aunque desaconsejan convertir en permanente la muestra, puesto que es una obra delicada que se podría deteriorar.