Donostia. Brasil vive un muy buen momento culinario y de ello dejó constancia ayer en San Sebastián Gastronomika algunos de sus cocineros, con Álex Atala a la cabeza, quien dijo que la cocina de su país sufre "el olvido" del Gobierno, del que no recibe "apoyo alguno".

El Kursaal donostiarra se abrió desde pronto por la mañana al incesante ir y venir de asistentes a esta cita culinaria, en la que Brasil inauguró el espacio de países invitados, que hoy ocupa México y mañana Perú.

Por primera vez, cocineros brasileños han viajado en grupo a un congreso gastronómico fuera de sus fronteras. Lo han hecho Helena Rizzo, Rodrigo Oliveira, Roberta Sudbrack, Álex Atala y Claude Troisgros, que aporta espíritu francés a los sabores autóctonos.

El más famoso de todos ellos, Álex Atala, cuyo restaurante D.O.M. de Sao Paulo está considerado entre los mejores del mundo, aseguró que los cocineros de sus país están "cada vez más unidos", sobre todo porque desean ser una influencia para la generación que les sigue.

Aplauden que los que buscan hacer de la gastronomía su profesión miren a Europa y viajen a países como España a formarse y a hacer prácticas, pero teniendo en cuenta que es muy importante el conocimiento de "lo de dentro".

Además, el prestigioso chef Luis Irizar, uno de los primeros sukaldaris vascos en ser distinguido con una estrella Michelín, recibió el reconocimiento de sus colegas, que lo encumbraron como "maestro de maestros". Varios de sus alumnos, como Karlos Arguiñano, Ramón Roteta y Juan María Arzak, Andoni Luis Aduriz e Hilario Arbelaitz, alabaron la figura de Irizar como profesor y cocinero internacional en el acto central del homenaje.