Berlín. Quien quiera entender el liderazgo de Angela Merkel en Europa encontrará una nueva explicación en la prensa alemana: además de carisma político y poder económico, la canciller tiene... un collar de la suerte. "¿Este collar le trae suerte a la canciller?", se pregunta el diario Bild ante una sospechosa coincidencia: . siempre salió victoriosa. Se trata de un collar de piedras de ámbar que la líder cristianodemócrata volvió a lucir en el Parlamento alemán durante la crucial votación para ampliar el fondo de rescate europeo (FEEF). "El mundo está mirando a Alemania y a Europa. Mira si somos capaces de asumir la responsabilidad y si estamos dispuestos a hacerlo", dijo Merkel en otro encendido discurso, ataviada con un traje azul. El resultado: 503 de los 596 diputados votaron a favor de ampliar el fondo y la canciller viajó a la posterior cumbre europea en Bruselas con su autoridad reforzada.

Merkel ya había acudido al Parlamento armada con el collar de la suerte el 7 de mayo de 2010, cuando se aprobó el primer paquete de ayuda a Grecia; 20 días más tarde, cuando se votó el fondo de rescate europeo, y el 29 de septiembre de este año, cuando el Bundestag apoyó la primera ampliación del FEEF. "Es uno de sus collares preferidos", contaron a Bild fuentes cercanas a la líder de centroderecha. En rigor, no es la primera vez que los atuendos de la canciller dan que hablar en Alemania. Conocida por vestir trajes más bien conservadores, Merkel dejó pasmados a sus compatriotas cuando acudió a la inauguración de la Ópera de Oslo hace dos años con un escalofriante escote. El tema llegó a la campaña electoral de ese año: una candidata de su Unión Cristianodemócrata (CDU) cubrió Berlín con un cartel en el que se veía a la escotada canciller junto al lema: "Tenemos más que ofrecer". Este mismo año, Merkel volvió a romper moldes al presentarse ante el Bundestag con un inmenso bolso naranja chillón que deslumbró, literalmente, a toda la cámara. Una vez más, las interpretaciones sobre el buen gusto de la líder conservadora cedieron paso rápidamente a las de sus intenciones políticas.

¿El naranja era un mensaje a los socios liberales del gobierno, identificados con el amarillo, o a la oposición socialdemócrata, marcada por el rojo? Una portavoz decepcionó a los analistas con una explicación más modesta: "Es primavera y a todos nos gusta un poco más de color en esta época del año ¿no?", dijo al diario Bild.

El debate sobre significados cromáticos ha sido reemplazado ahora por el del poder de las piedras. Desde la Edad Media, el ámbar fue utilizado para protegerse de enfermedades, brujas y demonios. Nada se sabe de su poder contra especuladores y deudas desbocadas. Hasta ahora. Pero no acaban aquí los comentarios sobre la indumentaria de la canciller. De hecho, dio mucho que hablar el pasado mes de agosto, cuando los fotógrafos documentaron con imágenes de archivo que acudió al festival de música y teatro de Salzburgo con el mismo vestido lila que en 2010 y que en 2008. "Es un buen signo de ahorro", afirmaba uno, mientras otros hablaban del "escaso sentido de la moda de la canciller". En esta ocasión no se comentó nada acerca de la suerte. Merkel nunca ha respondido nada a los detractores de su estilo, pero seguro que lo que más le ha desagradado han sido unos pósters que la caricaturizaban como oficial nazi que fueron colocados el mes pasado en varias ciudades griegas para protestar por las medidas de ajuste.