"Igual que Nirvana arrasó en un tiempo en el que el rock alternativo iba a gatas y aún apestaba a laca de Bon Jovi, Tu cara me suena se ha hecho un hueco en una tele en la que las series y realities cortan el bacalao. Un formato como éste, taaaaaaaan años noventa, con sus típicos decorados de Gestmusic y su humor blanco, inofensivo como una pelotita antiestrés y apto para todos los públicos, parecía predestinado al fracaso. Pero no. El caso es que Tu cara me suena engancha y uno es incapaz de cambiar de canal porque espera con impaciencia al siguiente famosete travestido".