Vitoria. La figura de un provocador nato como José Pérez Ocaña debería ser reseñable por sí misma. Igual que el hecho de que siete centros de arte europeos se encuentren unidos para realizar y mostrar un amplio archivo sobre la actividad performativa realizada desde los 60 hasta la actualidad partiendo de la perspectiva feminista, una propuesta que terminará en 2013 y que da su primer paso en Gasteiz. Pero la crisis, o los políticos, o los intereses o quién sabe qué han convertido la apertura de la temporada expositiva de otoño en Montehermoso en una noticia diferente. El espacio de lo alto de la colina no sólo despide con estas dos nuevas muestras a un director. Deja a un lado a su equipo y, sobre todo, a un proyecto único en el Estado que se ha convertido en una referencia a la hora de analizar y establecer las relaciones entre la sociedad, el arte y el género.
La línea que ha marcado el camino del centro en los últimos cinco años tiene fecha de caducidad, el próximo 15 de enero. Ese día se cerrarán al público Ocaña 1973-1983: acciones, actuaciones, activismo y Re.Act.Feminism #2-a performing archive, las dos producciones que hoy se pondrán de largo para convertirse, sin quererlo, en el epílogo de una senda que el Ayuntamiento de Gasteiz ha decidido dar por concluida sin que en realidad se sepa muy bien la razón.
Consciente de esta situación, el director del centro quiso empezar ayer su presentación a los medios con una breve pero significativa descripción a los fundamentos que han querido guiar al centro en este tiempo, ese esfuerzo por, como dijo hace un par de años en una entrevista a este periódico, conseguir una sociedad cultivada y reflexiva antes que una simplemente entretenida. Arakis puso en valor la relación entre arte, feminismo e igualdad, y apostó por potenciar la reflexión y la realización del "ejercicio intelectual de pensar". Unas palabras, por cierto, que no escuchó la consejera de Cultura del Consistorio puesto que no asistió al acto como sí suele hacer en otras ocasiones.
Eso sí, el equipo directivo del centro sí pudo disfrutar de algunas consideraciones amables hacia su labor, algo que contrasta con el silencio absoluto que toda la comunidad artística alavesa está manteniendo ante lo sucedido en Montehermoso y Krea en sintonía con el mutismo político. Pedro G. Romero, comisario de la retrospectiva sobre Ocaña coproducida desde Vitoria, aseguró que "el trabajo que se ha hecho aquí es un ejemplo para España".
Casualidades de la vida, o no, esta muestra cuenta también con la colaboración del centro de La Virreina de Barcelona, otro espacio que se está tambaleando.
Rompedor De hecho, fue en la ciudad condal donde primero se vio una exposición que a su llegada a la capital alavesa ha incluido determinadas referencias a las acciones de Ocaña en Euskadi.
Desde su llegada a tierras catalanas en 1973 hasta su fallecimiento diez años después, el artista se dedicó a hacer casi de todo bajo la premisa básica de la provocación, de actuar con naturalidad en un mundo lleno de complejos sexuales, políticos, económicos, sociales y culturales, un mundo que aunque hoy se crea más moderno para algunas cuestiones no ha evolucionado tanto, por desgracia.
Fotografías, vídeos, películas, pinturas, artículos de prensa, esculturas, dibujos y un largo etcétera de materiales dan forma a un recorrido vital en el que persona y personaje no se pueden diferenciar. "Era, como otros muchos, uno de esos andaluces que terminó en Barcelona en una época muy determinada, convirtiéndose en uno de los protagonistas de un momento muy significativo", explicó Romero.
Ese ir y venir por la Transición partiendo en muchas ocasiones de premisas autodidactas marcaron la labor de un hombre multifacético imbuido en las artes de acción moviéndose por lo underground. De todas formas, esta descripción supone utilizar demasiados adjetivos para lo que, simplemente, era una vida construida al instante.
A través de sus propias creaciones o de obras realizadas por otros con Ocaña como protagonista, la primera planta del centro cultural avanza por un sendero no apto para aquellos que siguen pensando que lo escandaloso o no es bueno para el corazón o es malo cuando no es uno el que lo disfruta o cuando se hace demasiado público.
La exposición se completa con un área de documentación (en este Internet también aparece aunque no sea propio de la era de Ocaña) para servir al espectador como punto de enganche para seguir buceando en las propuestas y andanzas de un showman que a principios del pasado mes de julio también protagonizó un ciclo de cine en el centro cultural alavés.
Catálogo abierto Dejando la primera planta, el recorrido de la nueva temporada expositiva sigue en el antiguo Depósito de Aguas. Allí se construye una propuesta de largo recorrido en la que Montehermoso comparte responsabilidades con otros siete centros europeos.
Recopilar toda la información posible sobre la actividad performativa llevada a cabo entre la década de los 60 y 80 por artistas que trabajan desde los postulados feministas. Dicho en pocas palabras, ése es el ambicioso objetivo que se han marcado las comisarias Bettina Knaup y Beatrice Ellen Stammer, quienes completan la elaboración de este archivo con la presentación formal de varios ejemplos del campo en el que se mueven.
Una veintena de artistas toman parte en la muestra que se realiza en la capital alavesa, una exposición que se completa (de nuevo, gracias a las nuevas tecnologías) con ese catálogo que va tomando forma y en el que aunque ya están presentes más de un centenar de creadoras todavía "está vivo y abierto", según sus responsables. Y así seguirá en su viaje por Europa.