PARIS. Sonrientes y aparentemente muy felices. Así aparecieron Nicolas Sarkozy y Carla Bruni por los jardines del Palacio del Elíseo donde, sin soltarse la mano, se dedicaron gestos de cariño y compicidad.
Parece que su futura paternidad ha hecho que la pareja se mantenga más cercana al pueblo al que no paró de saludar en toda la jornada.
El Presidente de la República francesa estuvo pendiente de su esposa en todo momento. Elegante como de costumbre, Carla eligió para la ocasión un vestido bata, un abrigo de paño y unas bailarinas, todo ello en negro.
Hace unas semanas la modelo ofreció una entrevista a la cadena francesa TF1 donde, además de confesar que no sabían el sexo del bebé porque querían que fuese una "sorpresa", la futura mamá advirtió a la prensa que haría lo posible para que no le fotografiasen nunca.
El bebé se convertirá en el primer hijo en común de la pareja. Para Sarkozy será su quinto retoño, mientras que para Bruni es su segunda, ya que tuvo a Aurélien hace 11 años fruto de una relación con Raphaël Enthoven.