SAO PAULO. La belleza de ébano, de 25 años y 1,79 de altura, se alzó finalmente con el cetro de reina universal y arrancó el aplauso del público brasileño, que en todo momento mostró un firme apoyo a la angoleña.

Estudiante de administración de empresas, Lopes, vestida con un traje palabra de honor de color champán, no pudo contener el llanto cuando fue proclamada sucesora de la mexicana Ximena Navarrete, Miss Universo 2010.

Leila Luliana da Costa Vieira Lopes calificó de "sueño" haber conquistado el título, en sus primeras declaraciones tras conocer el fallo del jurado.

"Mi vida acaba de cambiar, con seguridad va a ser una larga caminata", dijo Lopes, emocionada.

La aspirante de Ucrania, Olesia Stefanko, y la representante de Brasil, Priscila Machado, se clasificaron en segundo y tercer lugar respectivamente como virreina y primera princesa.

Antes de ser proclamada bella entre las bellas, la nueva Miss Universo tuvo que enfrentarse, junto a otras cuatro finalistas, a una pregunta del jurado, que pidió que señalara qué parte de su cuerpo cambiaría si tuviera la ocasión.

Lopes aseguró con frescura que se sentía "muy satisfecha" con su apariencia y apostilló que se veía a sí misma como una "chica muy bonita por dentro".

Además de la angoleña y las candidatas de Brasil y Ucrania, las represntantes de China, Luo Zilin, y de Filipinas, Shamcey Supsup, se clasificaron entre las cinco finalistas.

La aspirante española Paula Guilló, quien había manifestado sus buenas vibraciones en los días previos al certamen, quedó fuera de la disputa en la primera criba, en la que el jurado escogió a las 16 semifinalistas y en la que se encontraban seis latinoamericanas.

La gala arrancó con rigurosa puntualidad a las 22.00 horas locales (01.00 GMT del martes) con la aparición de las 89 candidatas, quienes por orden alfabético se presentaron una a una por nombre, país de procedencia y edad entre los calurosos aplausos de un público entregado que abarrotaba el auditorio Credicard Hall, sede de la gala.

Las candidatas, que desfilaron en traje de baño y vestido de noche, apostaron por los blancos, beiges, amarillos y rojos y despreciaron el negro, uno de los colores más escogidos tras la caída del sol.

La ceremonia, celebrada por primera vez en Brasil, contó con abundantes guiños al país anfitrión, como las actuaciones de las artistas brasileñas Claudia Leitte y una sensual Bebel Gilberto, que se encaramó a un piano al son de sus registros vocales.

El evento también dejó espacio a la samba y al berimbau, instrumento que justamente es originario de Angola y que se usa en las presentaciones de capoeira.

A pesar de no competir por la corona, las aspirantes descalificadas por el jurado no pudieron retirarse del escenario y, con amplias sonrisas y buena dosis de estoicismo, continuaron participando del espectáculo.

Cada vez que los presentadores del evento anunciaban que Miss Brasil pasaba a la siguiente fase, la platea se fundía en un sonoro aplauso para animar a su candidata, y cuando se situó en tercera posición el apoyo popular se transfirió rápidamente a la angoleña.

La ceremonia de hoy pone el broche final a cerca de tres semanas en que las candidatas de 89 países desarrollaron una intensa agenda en Sao Paulo que las llevó a visitar proyectos sociales, a recibir clases de samba, asistir al circuito de automovilismo de Interlagos y a jugar a fútbol y golf.

Además, las aspirantes fueron recibidas por las autoridades municipales y regionales de Sao Paulo y tuvieron la ocasión de conocer las bellas playas del litoral paulista.