Donostia. "¡Qué suerte, Barcelona!", expresaba un comentario en la página web de Bon Jovi. "Estuve en dos conciertos en Reino Unido y de las 48 canciones (se entiende que 24 por concierto), 32 fueron diferentes. Me hubiera encantado escuchar Diamond Ring en versión acústica", lamentaba un(a) tal Fluke en una reflexión que resume una de las señas de identidad de la gira Open Air que recala hoy en el estadio de Anoeta: su carácter impredecible.

A diferencia de otros tour, en el que si uno se informa, puede pronosticar el número y el contenido de los bises, cuánto durará el concierto, qué tema lo inaugurará o cuántos viejos éxitos y cuántas canciones de la nueva hornada integrarán el repertorio, en la expedición europea de Bon Jovi no existe ninguna certeza.

En Barcelona, el miércoles, tocó 26 canciones, las seis últimas distribuidas en dos sesiones de bises, como en la localidad italiana de Udine. En Brujas se escucharon 18 cortes y solo dos repeticiones; en Atenas se quedaron en 22 melodías y en Viena alcanzaron los 28.

El inicio más frecuente recurre al mítico Raise your hands, corte del álbum que les atribuyó fama mundial, allá por mediados de los 80, pero en algunos casos ni siquiera aparece en todo el concierto, y cede el tema inaugural a su nuevísimo Happy Now, de su último álbum de canciones inéditas, The Circle, o, como en Zurich, Captain Crash & the Beauty Queen From Mars, un tema de hace diez años que algunos recuerda a David Bowie.

¿Qué temas no han fallado hasta ahora? No son muchos: You give love a bad name, We weren´t born to follow, It´s my life, In these arms, I'll be there for you, Bad medicine, Someday I'll be Saturday night, Keep the faith y la iniciática Livin' on a prayer, que ha clausurado unas cuantas paradas de la gira.

lo nuevo y lo viejo De este selecta lista se puede deducir otra constante: quien espere solo un revival de sus éxitos de los 80 y principios de los 90, quedará decepcionado. Alrededor del 50% de los temas pertenecen a los siete últimos álbumes de la grada estadounidense, lo que quiere decir que los que quedaron en These days (1995) se perderán en unas cuantas canciones; los que se apearon con Keep the faith no parece que vayan a acercarse a Anoeta.

En cambio, parece seguro el vídeo inaugural. De acuerdo a la crónica que la pasada madrugada confeccionó la redacción catalana de la agencia Efe, en Barcelona el concierto empezó con un vídeo de ciencia-ficción en la pantalla del fondo. El apoyo audiovisual regresará con el tema We´re not born to follow, una de las canciones fijas en la quiniela. Desfilarán por la pantalla los rostros de John Fitzgerald Kennedy, Martin Luther King, Bob Dylan, John Lennon y ¡Picasso!.

La banda de New Jersey siempre inserta en sus conciertos innumerables guiños de otros artistas, y también aquí se olvidan de la repetición mecánica. En algunas citas como Manheim (Alemania) , se han atrevido con el Hallellujah de Leonard Cohen, en Bélgica sonó su visión del Garageland de The Clash y en la ciudad condal interpretaron Vertigo de los irlandeses U2, con el uno, dos, tres... catorce incluido.

En una de las pocas constantes, su canción Bad Medicine suele dar paso ininterrumpido a una o dos versiones; en ocasiones enreda dos temas dispares como el Mercy de Duffy y el Old Time Rock N' Roll de Bob Segar (popularizada por la banda sonora de Risky Business); en otras es la reconocible sintonía de Pretty woman, Spanish Harlem o la divertida tonada de los años 50 Shout. Dentro de unas horas, a las 21.45 horas si se ajustan al horario de la organización, se deshará el enigma y Fluke podrá lamentarse de nuevo.