Tal vez el futuro no les lleve por la senda profesional de la música. O puede que sí. Quién sabe. Pero de lo que no hay duda es de que en su mochila vital siempre llevarán su paso por las colonias rockeras que, un año más, han celebrado durante este arranque de mes el Instituto Foral de la Juventud, dependiente de la Diputación, y la asociación cultural Helldorado.
Casi 60 jóvenes procedentes de Álava, Gipuzkoa, Galicia y Madrid han tomado parte en esta alternativa sonora al arranque estival, casi siempre marcado por la búsqueda del sol y la playa. Este martes tocará despedirse de la aventura iniciada el día 1, aunque ayer, ellos y ellas dejaron patente lo aprendido en una jornada de puertas abiertas llena de ritmo y compadreo.
Eso sí, no todo ha sido diversión ni tampoco trabajo. En estas colonias está habiendo tiempo para realizar diferentes talleres, conocer instrumentos, adentrarse en la historia del rock, aprender a realizar fotografías y vídeos musicales... pero también para viajar por distintos puntos del territorio, visitar las piscinas...
Entre los locales de Helldorado en la calle Venta de la Estrella y el albergue Carlos Abaitua están los centros de operaciones de unos jóvenes que, sin duda, están viviendo unas colonias de verano bastante singulares, puesto que no hay en ninguna otra parte del Estado una oferta parecida a la que es posible disfrutar en la capital alavesa.
Con el rock and roll por montera, ellos y ellas han ido formando sus propios grupos y conociendo de la mano de músicos y técnicos profesionales todos los trucos de un mundo que tiene la cantera asegurada.