Madrid. La Guardia Civil está ultimando el atestado policial del accidente de tráfico que sufrió el pasado sábado por la noche el torero José Ortega Cano, cuyo vehículo chocó frontalmente contra otro, y según las primeras investigaciones, circulaba a una velocidad inadecuada que podría superar los 90 kilómetros por hora. Así lo señalaron fuentes de la investigación del siniestro, en el que trabaja la Guardia Civil desde el primer momento en el que se desplazó al lugar de los hechos, la carretera A-8002 a la altura de Castilblanco de los Arroyos (Sevilla). La familia del conductor fallecido en el siniestro, Carlos Parra, ha asegurado que está dispuesta a hacer todo lo que sea necesario para esclarecer el accidente y, según algunas agencias, tiene datos de que el torero estuvo bebiendo antes de coger su automóvil.
Ayer en el programa de Telecinco Sálvame, Kiko Matamoros transmitió diversos rumores sobre el estado en el que Ortega Cano podría haber conducido: "Algunas informaciones son preocupantes porque se afirma que triplicaba el límite de alcohol permitido". Amador Mohedano, cuñado del diestro, respondió que no le constaba que se hubiera dado "ningún parte en este sentido, lo que sea será".
Según una primera evaluación de los agentes que recogieron los datos generales del siniestro en el denominado formulario arena, la causa del accidente fue una velocidad inadecuada. Este es el motivo, según esas primeras pesquisas, por las que el coche del diestro, un Mercedes todoterreno, invadió el carril contrario y colisionó de frente con otro vehículo, un Seat Altea, cuyo conductor, de 48 años, murió en el acto. Ambos conductores llevaban el cinturón de seguridad. El impacto fue tan violento que sacó de cuajo el motor de este segundo coche, con el que chocó un tercer vehículo, una furgoneta Citroën C-15. Los investigadores están intentado profundizar en las causas del siniestro a partir de las diligencias fotográficas y la inspección ocular realizada en el lugar del siniestro.
Ortega Cano se dirigía a su finca Yerbabuena, en Castilblanco de los Arroyos, después de dejar a su hija en casa de una amiga en la cercana Villaverde del Río. El torero permanece estable dentro de la gravedad y con ventilación mecánica, según el último parte médico, emitido ayer por el hospital Virgen Macarena de Sevilla, donde está ingresado tras el accidente. En la Unidad de Cuidados Intensivos de este hospital y tras haber sido operado el domingo dos veces, el diestro retirado "se encuentra seroanalgesiado con estado a ventilación mecánica y hemodinámicamente estable dentro de la gravedad", según el parte del equipo médico de guardia. Un portavoz de la familia aseguró que "le funciona el riñón y la hemorragia ha remitido. Además, la oxigenación es relativamente buena". También señaló que "los médicos insisten en que sigue igual de grave" y piden "paciencia" a los familiares del torero, viudo de la tonadillera Rocío Jurado, con la que estuvo casado desde 1995 hasta 2006, cuando la cantante murió por un cáncer de páncreas. "Esto es cuestión de tiempo, hay que ser pacientes y no ponerse nerviosos, es lo que nos dicen. Aunque cuando hemos entrado la familia (a la habitación donde está el diestro), viéndole sedado se te cae todo encima", agregó el portavoz. Ortega Cano fue intervenido el domingo durante seis horas y media por un equipo de cirujanos generales, cardiovasculares y traumatólogos que lograron resolver un punto sangrante de colon y fijar la fractura múltiple de fémur.