Donostia. Las aguas bajan otra vez revueltas en Musikene y mucho, además. De nuevo, las miradas se centran en su responsable, Carmen Rodríguez de Suso, y en el área de Educación del Gobierno Vasco. A las dimisiones del subdirector de Planificación Docente, Javier Pérez de Azpeitia, la subdirectora de Ordenación Académica, Margarita Lorenzo, y la secretaria académica, Maite Aseginolaza que se conocieron el jueves por la noche, se sumaron ayer las de los ocho directores de departamento, además del coordinador de Música de Cámara y Ensembles, Ricardo Sciammarella. Por tanto, según fuentes solventes, abandonan sus cargos de dirección Mª José Aramberri (Pedagogía e Investigación), Joaquín Chacón (Jazz), Rodolfo Epelde (Instrumentos de Viento y Percusión), Charles Bingham (Instrumentos de Cuerda), Miren Iñarga (Instrumentos de Teclado), Itziar Barredo (Canto), Gabriel Erkoreka (Análisis, Composición y Dirección) y Jasone Alba (Teoría e Historia, Música Tradicional, Tecnologías, Técnica Corporal y Comunicación).
Con las doce renuncias de esta semana, el organigrama artístico del Centro Superior de Música del País Vasco se queda casi desmantelado.
Las consecuencias de las doce dimisiones son difíciles de medir. Aunque hayan abandonado sus cargos, en principio los profesionales continuarán ejerciendo de profesores pero los responsables de departamento son en cualquier caso cruciales para la organización del centro, máxime ahora con la inminente llegada de los exámenes.
Los motivos que explican esta cadena de dimisiones no son uniformes. Según distintas fuentes, a algunos cargos les ha disgustado la injerencia constante de la coordinadora en asuntos académicos, a otros las reglas que se quieren imponer en contra de la mayoría del profesorado como expulsar a alumnos por faltas de asistencia, aunque la causa sea, por ejemplo, la colaboración con una orquesta profesional, esencial para su trayectoria. O, citan, la ausencia de una actitud dialogante de Rodríguez de Suso.
De hecho, según ha podido saber este periódico, algunos de los que ahora han presentado su dimisión, le escribieron una carta a la coordinadora, coincidiendo en el tiempo con su comparecencia en el Parlamento Vasco, para que reconsiderara sus posturas pero fue en vano.