parís. La marca de cosméticos francesa l"Oréal París ha erigido a su nueva embajadora, la modelo, actriz y ganadora de tres récords mundiales en competiciones paralímpicas Aimée Mullins, en símbolo de una belleza lejana a los arquetipos. Mullins, que camina con dos prótesis desde pequeña debido a un problema de nacimiento, añade así una nueva muesca a su larga lista de proezas con su reciente fichaje en el grupo galo, desde donde pregonará que la belleza "es una actitud" y no solamente un atributo.
"La belleza es la expresión personal de la identidad de uno mismo, y cada uno crea y también recrea esa identidad a lo largo del ciclo vital", explicó a Efe la modelo, que ha convertido su discapacidad en una "supercapacidad" a través de un afán de superación fuera de lo común.
La estadounidense, de 35 años, trabajó como analista de los servicios secretos del Pentágono antes de batir los récords del mundo de los 100 metros, los 200 metros y del salto en altura en los Juegos Paralímpicos de Atlanta" 96, e ingresó después en la moda de la mano del diseñador Alexander McQueen. La campeona paralímpica viaja con una docena de prótesis que en algunos casos parecen verdaderas esculturas, como la de madera tallada que McQueen concibió expresamente para su estreno en las pasarelas londinenses.
Y su principal combate es la aceptación de la diferencia. "La mayor discapacidad que uno puede crear para sí mismo es la idea de normalidad", afirmó la nueva imagen de la firma, que animó a que cada persona derribe esa barrera y muestre al mundo "su singularidad".
Puntualizó además que "todo el mundo" ha experimentado en carne propia la sensación de sentirse diferente al resto, un problema que según ella comienza cuando los adultos tratan de reprimir la curiosidad innata de los niños acerca de las diferencias, en favor de lo políticamente correcto. "Los niños sólo aprenden a tener miedo de lo diferente a través de los adultos", subrayó la modelo, para quien "es triste y estúpido estandarizar la idea del talento cuando las personas que galardonamos están fuera de lo ordinario".
Mullins reconoció "un gran cambio" en las percepciones de la gente acerca de los patrones de belleza y en los referentes que vehiculan las marcas desde hace "cinco o diez años", en parte por la "toma de conciencia de consumidores que no habían sido escuchados antes y que ahora tienen una voz que debe ser respetada". Para Mullins, la prueba de que hay una transformación en curso es que actrices como Diane Keaton o Jane Fonda -de 65 y 73 años respectivamente- "siguen siendo relevantes y activas en la recreación de su propia belleza". Las incursiones de empresas como Benetton, Dove o L"Oréal en busca de referentes de belleza que no encajen con los arquetipos son "ejemplos de liderazgo corporativo" respecto a las demás firmas, explica la también actriz.