SANTIAGO DE COMPOSTELA. Así, el Pazo de Meirás se abrirá al público cuatro días al mes y de forma gratuita tras el acuerdo alcanzado por la Xunta y los herederos de la familia Franco, una apertura que se realizará los viernes en horario de 11.00 a 14.00 horas por la mañana y de 15.00 a 18.00 horas por la tarde.
Según ha informado la Consellería de Cultura e Turismo, habrá visitas guiadas gratuitas, en gallego o en castellano, para grupos de 15 personas y con una duración aproximada de una hora.
Los visitantes deberán pasar un control de seguridad a la entrada y podrán completar el recorrido que se ha establecido teniendo en cuenta su declaración como BIC y respetando la intimidad de las estancias de uso privado "sin interés artístico o histórico".
ITINERARIO FIJADO
El itinerario fijado arranca en la entrada por la puerta principal, donde hay un portalón de madera y en el interior, un camino hasta el jardín que rodea la antigua casa de la intelectual gallega Emilia Pardo Bazán --hoy de los caseros-- y llega al acceso común al pazo.
A continuación, se contempla una parada en la escalera, la descripción del edificio con las referencias a todos los detalles de la fachada previstos por Emilia Pardo Bazán y paseo por los alrededores, donde hay un 'cruceiro', fuentes y diversos conjuntos escultóricos.
Por último, los visitantes podrán ver la entrada del pazo por la capilla, que se recorre, y el acceso a la entrada principal, con visita a varias estancias en la planta baja, sala y biblioteca de Francisco Franco y, en la primera planta, a su despacho.
Las personas interesadas en visitar el pazo deberán enviar un correo electrónico indicando su nombre y apellidos, DNI y un teléfono de contacto a la dirección electrónica visitas.pazomeiras@prosegur.com y se les responderá confirmando el día y la hora para su visita.
Las Torres de Meirás fueron declaradas BIC con categoría de sitio histórico en el año 2008, con el Gobierno del bipartito de PSdeG y BNG, pero la familia Franco recurrió a la justicia para intentar paralizar la declaración como edificio protegido y la obligación de que fuese abierto al público.
El procedimiento judicial sigue abierto, pero el actual Gobierno gallego ha conseguido formalizar un convenio con la familia Franco sobre las condiciones de apertura el pasado 24 de febrero.