EXISTÍA expectación por saber cómo afectaría de manera exacta el famoso "redimensionamiento" del proyecto de Tabakalera a su configuración arquitectónica final. Uno de los padres de la renovación del edificio, el arquitecto Jon Montero, admitió ayer que un parón y un replanteamiento como el que ha sufrido esta iniciativa causan "preocupación", porque la "sensación de perder" sus señas de identidad es "grande" .
"Pero no ha sido así", manifestó el experto catalán, en la presentación en Donostia del nuevo plan de ejecución del futuro Centro Internacional de Cultura Contemporánea (CICC). Porque, según subrayó, el "difícil equilibrio" entre la revisión de contenidos y los rasgos del proyecto ha dado "un buen resultado". Esto significa que, cuando Tabakalera abra sus puertas en 2015, se convertirá en una especie de avenida cultural que una el barrio de Egia con el centro de la ciudad.
Por su "calles" podrán transitar los ciudadanos para adentrarse en sus instalaciones, entre los que destacan un cine, salas de exposiciones, platós, una moderna mediateca y una amplia sala polivalente, así como cafeterías y diferentes zonas de ocio. En resumen, el diseño inicial, con el que los arquitectos catalanes ganaron el concurso de ideas celebrado en 2008 con el título 3 en raya, se mantiene con algunas modificaciones. Se ha reducido y optimizado parte de las estancias comunes, así como de las zonas de exhibición, para contar con 6.000 metros cuadrados en "espacios de oportunidad" que se pondrán a disposición de otras entidades. Se elimina también el audiotorio, mientras que la sala pequeña de cine, con capacidad para 115 personas, tendrá un carácter polivalente.
14 de abril
Comienzan las obras
Los representantes institucionales informaron ayer de estos detalles, después de que los arquitectos Jon y Naiara Montero entregarán la semana pasada el proyecto ejecutivo de Tabakalera. El alcalde de Donostia, Odón Elorza; la consejera de Cultura, Blanca Urgell; y el diputado general, Markel Olano, adelantaron que las demoliciones comenzarán el 14 de abril, en septiembre arrancará la obra civil -entre 20 y 22 meses- y la intervención concluirá a finales de 2014. Los 36.200 metros construidos del CICC se inaugurarían, en el caso de que se cumplan los plazos, en 2015. Para entonces se habrán invertido 70 millones de euros, cinco menos que los previstos en el anterior proyecto.
¿Qué se encontrarán los ciudadanos cuando la renovación de Tabakalera se haya consumado? Dependerá de la entrada que elijan para adentrarse en esta original avenida.
El acceso que visualizará ese carácter de tránsito urbano, según apuntó Jon Montero, será el espacio que se creará al ensanchar el paso subterráneo de Atotxa. Este "punto negro" de la ciudad se convertirá en una calle de 20 metros de anchura, que conectará el paseo del Urumea y el barrio de Egia, a través de Tabakalera.
Desde este enclave, los ciudadanos podrán entrar en la antigua fábrica de tabaco a través de un hall interior que se creará vaciando la planta sótano y generando un espacio cubierto por un lucernario colocado a unos 24 metros de altura. Será el punto de información y estará conectado con las escaleras mecánicas que servirán para subir al resto de plantas. En este atrio se instalará TBKafé, un espacio "híbrido" entre cafetería y lugar de producción audiovisual.
estación del tav
Dos posibilidades
El segundo punto de entrada al CICC se situará en la fachada trasera, orientada hacia el Urumea, donde se levantará una plataforma sobre las vías del tren. El arquitecto Jon Montero consideró que situar la futura estación del TAV en el subsuelo "liberaría mucho" esta zona, que sería un mirador sobre la ría o un lugar que permitiría organizar "exposiciones al aire libre". En todo caso, opinó que la colocacción de la estación a su misma altura también sería "correcta" siempre que fuera respetuoso con la configuración de este espacio.
El tercer punto de acceso será la entrada actual, desde la calle Duque de Mandas. Se eliminará la verja que rodea la factoría, de modo que se creará otra nueva zona urbana. Quienes entren en este espacio se encontrarán con la escalera de corte "imperial" del antiguo edificio fabril, que seguirá allí. Según recordó el arquitecto, una calle interna atravesará Tabakalera y conectará sus tres entradas. En cuanto al reparto de áreas para distintas funciones, Montero mencionó que, desde la planta baja al tercer piso, los espacios se irán repartiendo de "lo público a lo privado". Y, al final, el espacio más elevado, el prisma acristalado que coronará el edificio, retornará a lo "más público" con la instalación de un restaurante panorámico y una zona abierta al tránsito.
En esa escala, las instalaciones de Tabakalera se repartirán en el resto de pisos. En la planta baja se situarán recintos para exposiciones, una sala de cine con cabida para 450 personas, un auditorio polivalente con 115 plazas y una plaza multiusos que albergará desde exposiciones, conciertos y rodajes, entre otras actividades.
La mediateca de Tabakalera, por su parte, ocupará prácticamente la totalidad de la primera planta, a la que se podrá acceder desde la plataforma sobre las vías del tren. El núcleo principal de este centro, que los arquitectos han denominado "jungla digital", un punto "diferente" donde los usuarios disfruten del ocio digital.
En la segunda planta se ubicarán las zonas de oficinas, tanto del CICC, de la Filmoteca Vasca, del Instituto Etxepare y del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Por último, en la planta tercera, se ubicarán los espacios destinados a la producción, principalmente laboratorios y espacios de cesión, así como zonas para la edición, post producción, etc.