Madrid. En plena ola polar, Madrid hirvió el jueves por la noche con el fulgor de una Angelina Jolie que no escatimó en escote pese a las bajas temperaturas y que trajo consigo a su celebérrima pareja, Brad Pitt, y a Johnny Depp, coprotagonista de la película The Tourist, que preestrenaron ese día. Repartieron autógrafos entre los fans que se agolpaban en las vallas del Palacio de los Deportes de Madrid desde primera hora de la tarde e incluso sacaron su cámara para, además de ser fotografiados, poder retratar ellos el calor popular de su público madrileño.
Jolie causó furor con uno de sus looks preferidos: el de vampiresa, con pelo suelto y tupé y un vestuario compuesto por falda y chal de terciopelo y corpiño transparente con pedrería. Se quedará en Madrid unos días con sus seis hijos y Brad Pitt -el verdadero turista de la noche, pues no habló con la prensa- para hacer ese turismo que evoca la película y "ver unos cuantos museos", explicó. Si bien en The Tourist, dirigida por el alemán Florian Henckel von Donnesmarck, su periplo en una ciudad como Venecia se salda con persecuciones y peligro mortal, ahora aspiran a un poco de tranquilidad. "Somos una familia normal. Brad es un gran padre y yo espero ser una buena madre", dijo la mitad de la pareja conocida como Brangelina.
Aunque con seis hijos -tres biológicos y tres adoptados-, Angelina despliega tanto en su vida cotidiana como en el cine dotes de verdadera heroína de acción, género dominado por los hombres en el que ella es una excepción debido a que le parece "muy divertido de rodar". "No me tomo a mi misma muy en serio, así que a mí no me importa ponerme a dar saltos", explicó. "Además, nuestra vida privada también tiene bastante acción. Brad es muy aventurero y en casa siempre hay un poco de caos", aseguró la ganadora del Oscar por Inocencia interrumpida.
Por su parte, Johnny Depp no defraudó con su habitual estilismo de bohemio chic, con traje gris oscuro, gafas ahumadas de pasta y pelo desaliñado, desplegó amabilidad y sonrisas que dejaban ver sus dos dientes de oro a lo Jack Sparrow. Él es el turista del título, algo que le resulta "muy difícil" en su vida real debido a la fama. Y en la película ha cambiado las cálidas aguas del Caribe de sus multimillonarios piratas por la de los canales de Venecia. "Me gustan más las del Caribe. Es un personaje con el que llevo mucho tiempo y me siento más cómodo", reconoció. Precisamente en la cuarta entrega de Piratas del Caribe se ha reunido con la española Penélope Cruz, vieja amiga con la que también rodó Blow. "Es como una hermana para mí y es una pirata genial", ha dicho.
El actor norteamericano, nominado al Globo de Oro por esta película -al igual que Angelina Jolie y el propio filme- bromeó acerca de la coincidencia de que ha ejercido en pantalla de partenaire tanto de Cruz como de Javier Bardem en un breve cameo en Antes que anochezca. "Los dos besan muy bien. Están al mismo nivel".