SUS coordenadas no han cambiado. Pero sí han crecido. Tras años de autogestión, de cruzar en solitario los tupidos bosques musicales, Triple Combo ha encontrado un claro en el camino. Y el trío de hip-hop gasteiztarra ha plantado allí su última campaña musical, un Colisseum con el que Topo Hans, Txema y Espi saludan de nuevo al público.
De samurais a gladiadores. Plagada de referencias, la carrera de Triple Combo se alimenta de música y mitos compartidos. En su periplo discográfico autoproducido, primero llegó Seiza, que en japonés equivale a meditación antes del combate. Conscientes de su condición neófita, de sus limitaciones, la banda asomaba la cabeza. Las tres cabezas. "Estábamos preparándonos para dar caña", explica Txema, uno de los tres Mcs que componen este proyecto. Después llegó Hagime, un comienzo en el que los tres se sentían preparados, en la línea de salida de la música...
Y ahora es el turno de Colisseum -de Tokio a Roma-, con el que Triple Combo se expone a los leones cargado de actitud. "Ya podemos saltar a la arena del público", bromea Txema, siguiendo la línea metafórica, la línea de símbolos que preside los movimientos del grupo desde su mismo bautizo. Porque, ¿a qué se refiere ese Triple Combo? Pues "a un movimiento de un videojuego de luchas", en concreto a aquel Street Fighter primigenio que enganchó a una generación a los mandos de los salones de juegos.
La combinación del joystick no cambia demasiado en el caso de la música del trío. Sigue apuntando al mismo norte. "La línea es la misma, letras agresivas y mensaje conflictivo", asegura Txema. El rap, el reggae y el dancehall se funden para conformar la personalidad y carácter del grupo a lo largo de los 17 cortes del álbum, grabados en Blue Planet Records bajo los mandos de Estrés.
La publicación responde a un ritmo anual de la banda. Pero aporta una novedad esencial. De la autogestión, Triple Combo pasa al surco profesional, fichado por el sello navarro NAP Records. "Ahí está la diferencia, en un disco en el que alguien te apoya ya tienes un respaldo; este sello es uno de los más conocidos del norte de España y ya nos venía siguiendo desde hace un tiempo", explica Txema.
De este modo, el combo salta al formato profesional con "un disco fuerte musicalmente". Triple Combo lo ha gestado desde noviembre, cuando abandonaron los escenarios para encerrarse a registrar sus nuevas composiciones. Hardcore, Skit news, Represalias, Lealtad, Honor o la -otra vez simbólica- La haine (El odio), que juega con el título del largometraje de Mathieu Kassovitz, son algunos de los temas que componen este nuevo trabajo, aún pendiente de fechas para su presentación en directo.
Pamplona y Madrid son dos bolos más que probables en este tour de estreno, y "tarde o temprano Vitoria va a estar en la gira". Triple Combo ya ha traspasado las fronteras vascas -sus tablas principales- en más de una ocasión, pero gracias al nuevo colchón de NAP Records el viaje puede ser todavía más prolífico. "La presencia del sello nos va a ayudar y seguramente vamos a poder ir a más ciudades".
Las producciones de este nuevo disco vienen a cargo de Rapha, Skiller Zone y Sbrv, y en los platos han participado Djs como Dejotawey, Dj Vieltan, Dj Ibai y Dj Danny Manny. "Hemos pensado en gente que nos iba a aportar", explica Txema. Además, han colaborado a lo largo de su elaboración gente como Abram (Nach), Pablo (3Monos), Doltto Soldiers, Isusko&Sbrv y Ruan (Jabo Milenario).
El álbum lleva ya unas semanas en la calle y se puede adquirir y descargar a través de Internet, el que desde hace tiempo es el camino natural para hacerse con muchos trabajos musicales. Los samurais se han convertido en gladiadores. Caminan firmes por su tercer escalón musical. El Colisseum es su nuevo territorio. Y el público espera sus nuevas armas en forma de canciones para dar su veredicto. Pulgar arriba, pulgar abajo, para este triple salto musical.