Vitoria. La posibilidad de construir un segundo Guggenheim en Bizkaia va camino de convertirse en una jaula de grillos institucional. La lucha política, con dinero público de todos los vascos de por medio, se ha implantado hasta tal punto que el Parlamento Vasco hizo ayer coincidir una comparecencia de la consejera de Cultura, Blanca Urgell, en la que iba a exponer su posición contraria al proyecto de Urdaibai con la presencia en Nueva York de una delegación vasca encabezada por el diputado general vizcaíno José Luis Bilbao para conseguir el apoyo de la Fundación Guggenheim. Un feo más que significativo que seguro tendrá continuidad en el futuro más inmediato.

En tierras norteamericanas, y según las primeras informaciones, la posibilidad de ese segundo museo, cuya construcción podría rondar los 133 millones de euros, recibió el visto bueno de la Fundación que da nombre al centro a la vista de los estudios preliminares.

Tanto la propuesta artística como el informe económico parecen haberse ganado los favores en Estados Unidos, un punto importante para la viabilidad de la iniciativa liderada por la Diputación vizcaína.

Pero en Vitoria, en la sede de la Cámara vasca, el mismo proyecto obtuvo, una vez más, un revés por parte de la consejera de Cultura, algo importante ya que la participación del Gobierno de Patxi López se antoja imprescindible para poder afrontar los gastos de construcción.

Blanca Urgell, que compareció a petición del Partido Popular, advirtió de que la construcción del segundo museo en Urdaibai podría suponer la pérdida de la consideración de Reserva de la Biosfera, concedida por la UNESCO, debido al impacto ambiental que tendría.

La consejera admitió que todavía no conocía los informes presentados en Nueva York. Por tanto, eludió un pronunciamiento "rotundo" en torno al tema, sobre el cual dijo que no tiene una decisión "tomada", pero sí mostró sus dudas y reservas en torno al proyecto.

Así, explicó que le preocupa el impacto medioambiental de la iniciativa y la posibilidad de que peligre el mantenimiento de Urdaibai como Reserva de la Biosfera reconocida por la Unesco. Urgell aseguró que los informes que ya tiene al respecto el Gobierno Vasco despejan las dudas con análisis "negativos" sobre la idoneidad del impacto medioambiental.

En el plano cultural, Urgell criticó que la cultura sea vista "de manera tan grosera como argumento para buscar el posible desarrollo económico de una comarca" y consideró que la postura de que 200 millones de euros invertidos en un museo generan economía y empleo "es un argumento desterrable por alicorto, pazguato e ignorante de lo que es una economía sostenible".

La consejera de Cultura avanzó que en su departamento "no hay dinero ni disposición para gastarlo todo en una única infraestructura" y comentó que este proyecto tampoco es una prioridad para el Gobierno Vasco, que debería asumir el 50% del coste.