Nueva York. El ex-financiero Bernard Madoff, autor de una de las mayores estafas de la historia, se va adaptando a su nueva vida en una prisión de Carolina del Norte que alberga también a otros conocidos delincuentes, informaba The Wall Street Journal. Madoff comparte una celda con otro interno más joven llamado Frank, juega a veces al ajedrez o a las damas y también debe ocuparse en ocasiones de quitar la grasa de cacerolas y cazuelas en la cocina de esta prisión federal, en la que ha cumplido ya unos cinco meses de los 150 años a que fue condenado en junio.
El diario financiero recoge en un extenso artículo algunos detalles de la vida en prisión de este protagonista de un esquema fraudulento que se calcula que genero a sus clientes perdidas de alrededor de 19.400 millones de dólares.
Los detalles de la rutina diaria de Madoff y de aspectos acerca de su relación con otros internos emergen de entrevistas con actuales y antiguos presos en ese centro y del testimonio de algunos abogados que han tenido relación con él.
Las autoridades penitenciarias sin embargo no desvelaron información al respecto más allá de señalar que es tratado como cualquier otro preso.
El abogado de Madoff, Ira Sorkin, declaró al periódico que, dadas las circunstancias, "está bien" y que "sigue sufriendo profundamente por lo que hizo".
Los internos se levantan a las seis de la mañana y hora y media después se les asigna una tarea para el día, por la que según sus características reciben entre 12 centavos y 1,15 dólares a la hora.
El diario neoyorquino señala que algunos presos sospechan que Madoff tiene dinero escondido en alguna parte y tratan de acercarse a él con amabilidad.