Vitoria. Pudo entrar de lleno en el mundo profesional pero decidió mantener a la fotografía como afición mientras desarrollaba su trabajo como profesor en Urkide. Un ejemplo de su labor creativa se puede ver ahora (casualidades de la vida) en la Escuela de Artes y Oficios. Y desde ayer presume además de ser el ganador de la cuarta edición del certamen amateur de Periscopio. Iñigo Beristain lo ha conseguido gracias a su reportaje Tras el telón, una mirada al ecosistema del circo que se ha impuesto a las otras 77 exposiciones participantes este año en el concurso para amateurs de la muestra vitoriana sobre fotoperiodismo.
Este reconocimiento se traduce en varias cuestiones. La primera, que recibirá 1.300 euros por su victoria. La segunda que, de forma automática, será parte del jurado de la próxima edición del concurso. Y la tercera, que encabezará la exposición colectiva que en 2010 se organizará en una sala profesional de la capital alavesa entre los premiados y seleccionados de este 2009.
Eso sí, no sólo él se ha subido al primer cajón. Los aficionados tienen que enseñar sus imágenes en locales y comercios del territorio y en su caso, el Mesón Lemar está siendo su particular espacio de exposiciones (tanto su trabajo como el del resto de participantes todavía se puede visitar). Un uso extra que al establecimiento de la calle Extremadura le va a reportar 500 euros por acoger al ganador.
El jurado (formado por Adrián Ruiz de Hierro, David Quintas y Alejandro Bergado) no ha tenido dudas en su caso ya que la decisión se ha tomado por unanimidad. "El dinero del premio está bien pero lo que de verdad es importante para mí y para mi trayectoria es el galardón en sí", explicó Beristain, que hace un par de años consiguió uno de los accésit del concurso y el año pasado quedó en cuarto puesto. "Ya no puedo subir más", bromeó.
Sus instantáneas retratan la vida en las entrañas de un circo. En concreto, el fotógrafo eibarrés aunque gasteiztarra de adopción estuvo durante 15 días acudiendo a las instalaciones que la compañía Holiday tuvo durante esas jornadas en Logroño. "Lo que más me llamó la atención fue ver la tranquilidad que se respiraba hasta momentos antes de comenzar cada espectáculo, cuando todo se revolucionaba", apuntó el autor.
Su serie, compuesta por 20 imágenes, se presenta en color, jugando con los formatos, un conjunto del que el jurado ha destacado su sutileza y coherencia. "La verdad es que también tengo curiosidad por saber qué habrá pensado la gente que ha visto mis fotos, pero no tengo ninguna referencia", confesó un Beristain (otra de las casualidades de la vida) que durante un tiempo estuvo trabajando en el laboratorio de Isabel Muñoz, quien expone dentro de Periscopio (en el Aula Fundación Caja Vital) su trabajo Maras.
Además de Beristain, el segundo galardón ha recaído en Aitor López de Audikana por Réquiem por la niebla (dotado con 1.000 euros), mientras que el tercero ha sido para Gaiza Saracibar por Barcelona (800 euros), y el cuarto ha ido a parar a Josean Pablos López por Balloons (700 euros). Asimismo se han repartido seis accésit (cada uno de los cuales recibirá 500 euros).
"Hemos encontrado cosas muy buenas entre las presentadas", explicó Ruiz de Hierro, mientras que Bergado (miembro del jurado por ser el triunfador en 2008 del mismo certamen para aficionados) comentó que "para Vitoria es importante contar con un concurso como éste, que implica a los autores, al público y a los locales".
En la recta final Cabe recordar que Periscopio está ya acercándose a su punto y final. Tanto las 78 exposiciones de los aficionados como las diez de los profesionales que se inauguraron a finales de octubre bajarán la persiana el próximo 9 de diciembre. Es decir, todavía hay tiempo pero tampoco no para dormirse demasiado en los laureles.
Ya llegará el momento de los balances de esta última edición de la muestra sobre fotoperiodismo, aunque el responsable de la organización, Paco Valderrama, adelantó un detalle revelador. The Rolling Stones (1975), de Simon Sykes, es la única exposición que se ha despedido del público. De hecho, lo hizo el pasado 30 de noviembre. Y según los primeros números, más de 20.000 personas la han visto en Dendaraba, donde se instaló un novedoso sistema de conteo.