Las autoridades han hallado un aliado informativo estas insólitas jornadas donde menos lo esperaban: en el programa de Jorge Javier Vázquez y Carlota Corredera. El mismo que ha cambiado chismes por noticias, líos amorosos por consejos prácticos en la lucha contra el Covid-19, y colaboradores del corazón por expertos sanitarios. De hecho, varios de sus rostros más conocidos viven un obligado confinamiento. Bien por presentar síntomas, como Lydia Lozano, o por ser personas ‘de alto riesgo’, como Belén Esteban.
Es un hecho. El coronavirus lo ha transformado absolutamente todo en estas largas semanas de cuarentena. Incluso la frivolidad con la que cada tarde Sálvame, limón, naranja o tomate se enfrentaban a la actualidad más salsera. Ya nada ni nadie escapa al stand-by que permitirá parar la curva. Por ello, y a pesar de ser el máximo exponente de esa nueva forma de hacer televisión denominada neorreality, el programa estrella de La Fábrica de la Tele se ha reinventado como nunca para dar respuesta a la gran preocupación del público. “Tenemos mucha audiencia que forma parte de los grupos más vulnerables de esta pandemia y somos conscientes de nuestra responsabilidad. La ejercemos sin alarmismos. Queremos resolver dudas y sobre todo acompañar con serenidad a la gente que nos sigue”, aclaraba la pasada semana Carlota Corredera.
¡Y vaya si lo están logrando! Ahora su objetivo, además de entretener, camina en términos informativos. Han activado preguntas a través de sus redes sociales y un número de WhatsApp (que arde cada tarde). Así entretienen e informan, “sin arrogancia y lejos de términos formales. Es lo que lleva enganchando a los espectadores tanto tiempo”, destaca la crítica televisiva Paula M. Gonzálvez. Y lo están haciendo poniéndose a la altura de cualquier magazine.
Eso sí, sin varios de sus rostros más populares, ausentes muchos de ellos por el obligado confinamiento. Es el caso de Lydia Lozano, que permanece en cuarentena desde el pasado 11 de marzo en su hogar madrileño junto a su Charlie. “Llevo muchos días con tos y mucosidad. Me preocupé mucho porque estaba con mi madre, que venía del hospital. Decidí irme porque estaba con una persona mayor”, relataba en directo sin perder su sonrisa y ese característico lip liner que tan bien luce. Tampoco pisa estos días la cadena de Fuencarral Belén Esteban, a pesar de no mostrar síntomas: “Soy de alto riesgo (padece diabetes) y mi marido es técnico sanitario. Así que me quedo en casa quince días”, decía.
Por ello estas jornadas tan excepcionales acompañan al dueño del cortijo en plató personas tan dispares como Cristina Cifuentes, Juan Carlos Monedero, Javier Urra, Kiko Matamoros (que no se pierde una), o Antonio Miguel Carmona, capaz este último de discutir en el Deluxe hasta las 23.30 horas y aparecer junto a Iñaki López en La sexta noche solo media hora después. Y todo ello fusionado con bien de conexiones en directo con sanitarios y personas que ya han superado la enfermedad. ¿El objetivo? Lograr esa tensa calma y cercanía a la que muchos otros formatos aún no se aproximan ni de casualidad.