El mayor recuerdo de mi tiempo de universidad es que se me iba el alma al cielo por cualquier cosa y mi mente divagaba por la porción inconsciente de mis neuronas, como ahora, solo que entonces cada despiste era perder otra oportunidad de saber, que además de conocimiento era imprescindible para aprobar exámenes. Por eso, al final de cada jornada mendigaba apuntes a los más atentos y que a la vez fueran generosos. Siempre creí que aquello me pasaba por tener una adolescencia retrasada y no tomarme las cosas muy en serio, que eso ya vendría después.

Pues parece que no, resulta que un grupo de maduros senadores del PSOE no se enteraron de que aprobaban hacer unas jornadas en el senado con el objetivo de rechazar radicalmente el aborto. Cuando se dieron cuenta, gritaron para que no se aprobara lo que ellos aprobaron y pidieron perdón, supongo que a la mayoría de la sociedad que apuesta por legalizar el aborto. Poco después, el PP, mayoritario en el Congreso y en el que habitan sesudas cabezas pensantes de la española derecha, no se dieron cuenta de que aprobaron, no una sino dos veces, una modificación del código penal cuya consecuencia es que lo penado en cárceles extranjeras se descuenta de la condena. Al enterarse de lo hecho, se pusieron como pumas para que no se aprobara lo que ellos aprobaron y pidieron perdón, supongo que a las víctimas de quienes adelantarían su libertad.

Y la semana pasada mis amigos de BILDU no se percataron de aprobar una ley por la que se aceleran los trámites para desokupar locales okupados lo antes posible, ocurrido lo cual piden no aprobar lo que ellos aprobaron y se tiran de los pelos rogando perdón a los afectados, que en este caso supongo son los okupas, porque quién si no pierde con ese cambio? Mucha desesperación y mucho perdón pero la culpa no es de nadie más que de quienes divagan y no leen a pesar de los sueldos que ganan. A partir de ahora cuando vaya a pedir baile preguntaré: parlamentario o trabajas?