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Malismo

El concepto de intelectual ha cambiado a lo largo de la historia, adaptándose a los contextos sociales y políticos de cada época. En la antigüedad, figuras como Sócrates y Aristóteles representaban el pensamiento crítico. No fue hasta finales del siglo XIX, con personas como Émile Zola, cuando surgió el intelectual moderno, un pensador que utilizaba su influencia para participar en los debates públicos y denunciar injusticias.

Durante el siglo XX, el intelectual comprometido, encarnado por autores como Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, desempeñó un papel clave en las luchas sociales y políticas. Estos pensadores no solo reflexionaban sobre la realidad, sino que también actuaban en ella, promoviendo cambios. Con el tiempo, el concepto de intelectual se ha diversificado. Nuevas voces, como activistas y divulgadores, han surgido para influir en el pensamiento crítico desde plataformas alternativas. La tecnología ha permitido que estos nuevos intelectuales ya no dependan de las instituciones académicas, sino que puedan emerger desde espacios más accesibles y horizontales.

A pesar de su relevancia histórica, el término intelectual parece estar en desuso hoy en día, a veces asociado a una visión elitista o anticuada. En un mundo dominado por la inmediatez de la información y la proliferación de expertos en diversas áreas, ha perdido parte de su fuerza.

En este contexto, el gasteiztarra Mauro Entrialgo se posiciona como un intelectual del siglo XXI, pero desde una perspectiva underground. Aunque es más conocido como dibujante de cómic, en su última publicación, Malismo, abandona temporalmente ese medio para dedicarse a la escritura. El pasado miércoles, presentaba este ensayo en el Museo Artium, bajo el subtítulo La ostentación del mal como estrategia. En esta obra, Mauro acuña el término malismo para describir cómo la provocación y el uso del mal se han convertido en herramientas de promoción y marketing. Con su característico humor y reflexión aguda, Entrialgo invita a reflexionar sobre cómo el mal se instrumentaliza para generar impacto, revelando las contradicciones de una sociedad que parece depender del escándalo para captar la atención.

Entrialgo encarna el nuevo perfil de intelectual que disecciona las complejidades y paradojas de la sociedad contemporánea a través de la crítica social, la reflexión y el humor. Su enfoque destaca por utilizar el mal como un espejo que revela las fallas morales en el comportamiento humano. “Hoy el mal es rentable y no porque sea mal visto, sino porque es espectacular”, señala Entrialgo. En este sentido, Malismo se convierte en una herramienta crítica que analiza cómo el escándalo y la provocación se han normalizado como estrategias efectivas, tanto en el ámbito comercial como en el cultural. Además, como telón de fondo, nos invita a replantearnos el papel del intelectual en el siglo XXI. Entrialgo, en resumen, nos recuerda que, en estos tiempos, necesitamos más intelecto y menos espectáculo.