Soy consciente de que, en mi último artículo, publicado a mediados del mes de julio, me despedí de ustedes hasta el mes de septiembre porque, como comprenderán, uno necesita de descanso mental, sobre todo cuando, como es mi caso, estamos hablando y escribiendo siempre sobre la misma temática: sobre el caserío, la producción primaria y la alimentación.
Hoy, me veo obligado a romper mi promesa, puesto que necesito sacar la rabia que me alberga y que quema mis adentros al ver que una persona tan buena, cercana y admirable como Jokin Perona, diputado foral de Hacienda en la Diputación Foral de Gipuzkoa, ha muerto a consecuencia de un atropello cuando iba en bici por carreteras de Zamora acompañado por uno de sus hijos. Vaya por delante mi más sincero y fuerte abrazo a su familia y a todos sus compañeros del gobierno foral y de su partido político.
Ahora bien, imagino que muchos de ustedes se estarán preguntando a qué viene esta reseña de una persona como yo que tanto vivencial como laboralmente estoy ligada y limitada al sector primario, un sector tan pequeño y débil en el territorio histórico de Gipuzkoa.
Pues bien, les tengo que trasladar que, más allá de algunas desavenencias que hayamos podido tener en su mandato, el sector primario de Gipuzkoa, con la muerte de Jokin, pierde un gran aliado de la causa agraria que, viendo nuestra pequeñez, sólo se explica con una sensibilidad hacia el mundo del caserío que, únicamente, se puede llegar a entender si nos atenemos a sus raíces familiares maternas en el caserío Miranda de Aia.
Jokin, en el año 2021, annus horribilis para el sector agrícola por una tremenda subida en los costes de producción que no fue acompañada por los precios percibidos por los baserritarras, viendo la insostenible situación del sector, aun no siendo estrictamente su área de competencia, nos llamó personalmente, para conocer cuál era la situación que vivíamos, cuáles eran los problemas que teníamos en el día a día y es más, se ponía a disposición del sector para encontrar las herramientas fiscales con las que ayudarnos.
No se crean que la llamada fue una sola. Sorprendentemente, Jokin, como diputado de Hacienda, nos llamaba aproximadamente cada quince días para interesarse por la gente del campo y fue él mismo, quien diseñó una ampliación del forfait en el IRPF, fue él mismo el que propuso unas condiciones especiales para el sector en la aplicación del TicketBai, aceleró la devolución del IVA compensatorio, etc. y otras muchas medidas que se han aplicado en estos últimos años.
Ahora bien, suele decirse que no todo es dinero y, como interlocutor privilegiado, tengo que agradecerle, enorme y públicamente, su cercanía y sensibilidad para con nuestro sector, su atención personalizada; a la hora que fuese, nunca dejaba una llamada sin responder y siempre, desde una empatía sorprendente e inusual en algunos estamentos políticos, se aproximaba a nuestra realidad con las gafas de ver de un baserritarra.
Tanto es así que en las Asambleas anuales de ENBA, organización agraria en la que trabajo, se hizo un reconocimiento público y expreso a su apoyo y los hay quienes incluso me mencionaban, jocosamente, que más allá del agradecimiento, mi sentimiento hacia Jokin era de enamoramiento. Enamoramiento no, pero admiración hacia una persona tan grande como humilde, toda.
Pues bien, los que vivimos y trabajamos con un sector tan débil y pequeño como el sector primario de Gipuzkoa, sabemos de la importancia que tiene contar con responsables políticos cercanos, sensibles, que están al servicio público sus 24 horas y que más allá de declaraciones públicas y actos políticos pseudopropagandísticos, trabaja en favor del sector, a la chita callando. Por eso mismo, hoy no podía seguir en silencio, tumbado en la playa y he estimado que es de justicia, hacerle un reconocimiento público a una persona como Jokin Perona, que reunía todos los atributos antes mencionados.
Por cierto, y con esto acabo, el pasado lunes dábamos el visto bueno a un documento sobre la reforma fiscal que se avecina para este otoño-invierno y, aunque todos dábamos por hecho que, en las arduas y duras negociaciones de dicha reforma, el sector iba a tener el apoyo de Jokin, pues bien, ahora, con su falta, les tengo que reconocer que el sector va a notar, y mucho, la falta de un aliado como él.
Miembro del sindicato ENBA