Gasteiz enfrenta estos días una acalorada polémica que amenaza una de sus tradiciones festivas más populares y alternativas: las txosnak, que este verano celebran 43 años. El rifirrafe surge por la implementación de Ticket BAI, un sistema de facturación electrónica, recordemos, que ahora se exige a estas estructuras festivas. Este sistema obliga a todo quisque vasco facturador a enviar cada factura o ticket directamente a la Hacienda Foral, aumentando el trabajo para los quisques y reduciéndolo para las Haciendas.

La adopción de Ticket BAI ha sido desigual. Álava fue la primera en dar un paso al frente en 2022, seguida de Gipuzkoa en 2023. En Bizkaia, por las quejas de muchos autónomos, la obligatoriedad comenzará en 2024 para las grandes empresas y se extenderá hasta 2026 para todos los negocios, mostrando una estrategia más cabal. Recordemos que las asociaciones sin ánimo de lucro pueden solicitar exenciones si demuestran que persiguen un interés general.

La obligatoriedad de Ticket BAI para las txosnak de Gasteiz ha desatado una heavy reacción de la comisión de txosnak, que argumenta que su actividad es autogestionada y sin ánimo de lucro, realizada gracias al curro voluntario de cientos de personas. Equiparar las txosnak con cualquier actividad privada con fines lucrativos es, según ellos, una injusticia.

Durante las fiestas de Gasteiz, las tascas ven reducidas sus ingresos, ya que muchos prefieren las txosnak en las últimas horas de la noche. Además de las txosnak, los conciertos en su recinto, beber al aire libre, crean un “buen rollo” difícil de replicar en una terraza de bar. Por esta razón, la mayoría de los propietarios de garitos desean que las txosnak traguen con el Ticket BAI. Si ellos deben someterse a este sistema del que se quejaron en su día, quieren que todos lo sufran igual.

El diputado general ha sido claro: Ticket BAI es obligatorio para todos los contribuyentes en Álava, sean arquitectos, grandes empresarios o txosneros, salvo que puedan justificar una exención.

El martes pasado se supo que las txosnas se reunirán con la Dipu para determinar de qué manera pueden instalar el Ticket BAI. En este encuentro se estudiará si estos once colectivos están eximidos de incluir un código QR al vender kalimotxos o cañas en sus txosnas por ser asociaciones sin fines lucrativos que persiguen un interés general. Si no es así, los responsables forales les explicarán cómo implementar el aparataje Ticket Bai dentro de las txosnas para que no acabe siendo un bonito –y costoso– pisapapeles. Es importante recordar que, como en muchos pueblos, algunos colectivos que organizan las txosnak pueden no ser asociaciones formales, sino grupos de amigos sin entidad jurídica establecida.

Crucemos los dedos para que se encuentre una solución que reconozca las particularidades de las txosnak y su contribución a nuestras fiestas. Recordemos también que las leyes deben adaptarse a las necesidades de los ciudadanos, y no viceversa.