En el pasado mes de octubre el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, entregó el II Premio Arizmendiarrieta Saria a la empresa oiartzuarra Salto Systems, por haber destacado en la implementación de los valores y sistemas de gestión del Modelo inclusivo participativo de empresa que está siendo promovido por la Fundación Arizmendiarrieta a través, entre otras vías, de la organización del citado Premio.

Valores consistentes, sistemas de gestión coherentes

Recordaba entonces que en el último número de la revista Ekonomiaz, editada por el Departamento de Economía del Gobierno Vasco, se recogen los nombres de 128 personas que han colaborado en el diseño del Modelo citado, su tramitación en los parlamentos navarro y vasco y/o en su difusión posterior, tanto a nivel local como internacional.

Pero destacaba la aportación singular de lo que podríamos denominar los dos pilares del citado Modelo:

1.- En primer lugar, los principios y valores de Arizmendiarrieta, que a su vez tienen dos fuentes: una, los valores aprendidos en el caserío familiar, característicos de la cultura tradicional vasca: la importancia del trabajo, el esfuerzo, el sacrificio, el ahorro, la preocupación por la comunidad...

La otra fuente serían los principios y valores del humanismo cristiano que aprendió y practicó como sacerdote que era: la igual dignidad de todas las personas, la referencia permanente al Bien Común, la solidaridad, la participación para el desarrollo de las personas trabajadoras…

Este primer pilar le aporta raíces profundas al Modelo de empresa que proponemos, que aspiramos a que no sea ni efímero ni cosmético, sino bien anclado en convicciones humanistas permanentes (y que como tal está siendo, además, reconocido por las más altas autoridades de la Iglesia católica).

2.- El segundo pilar serían los sistemas y prácticas de gestión que surgen de la aplicación de los valores citados y cuya práctica sin duda que está en la base del éxito empresarial indiscutible de la Experiencia de Mondragon, así como de otras empresas como la distinguida por el Premio.

Destacaría, en ese sentido, los que se refieren a una comunicación interna transparente y sistemática, una preocupación especial por la formación y el desarrollo de las personas y una sistemática participación de éstas en los resultados de la empresa.

Esta práctica empresarial de éxito a lo largo de más de 60 años le aporta al Modelo una gran credibilidad en lo que se refiere a su potencial para mejorar la competitividad de las empresas que lo aplican. Ya que no se trata de algo teórico, ni el fruto de un buenismo ingenuo y bienintencionado, sino una de las claves contrastadas de la competitividad de empresas que están actuando en un mercado globalizado con una competencia implacable.

En ese contexto, unas reflexiones breves para terminar:

1.- Probablemente una Experiencia tan singular como la de Mondragon, aún con sus debilidades y fallos como toda obra humana, se presta a mayores aprendizajes que pudieran ser útiles no sólo para las personas que forman parte de la misma, sino para otras empresas y para la sociedad vasca en general. Quizás sea una asignatura pendiente el extraer más valor de la misma…

2.- Dicho lo cual, es preciso subrayar que ese aprendizaje trasciende la fórmula jurídica cooperativa y puede ser inspiradora para otras modalidades societarias, tal como de hecho ocurre el citado Grupo Mondragon. En ese sentido, el ejemplo de Salto Systems es una buena prueba de ello.

3.- Para terminar, la fantástica evolución de la empresa ganadora del Premio no se podría explicar sin la existencia de unos valores consistentes en sus fundadores y dirigentes actuales (en la línea de los arriba destacados), así como de una cuidada aplicación de los mismos en prácticas de gestión coherentes con dichos valores.

En estos tiempos convulsos, de pocas certidumbres y muchos interrogantes, en los que es preciso conciliar la eficacia empresarial con la aportación de valor a la sociedad, el dar prioridad a la gestión de las personas en la empresa será seguramente la única vía para captar y fidelizar el talento necesario para ser competitivos de forma estable en el futuro.

* Presidente de la Fundación Arizmendiarrieta