Recientemente, se ha celebrado el debate de política general en el Parlamento Vasco. Además de las medidas a medio y corto plazo para hacer frente a la situación originada por la subida de los precios, el otro gran titular ha sido la necesidad de establecer pactos de país. Para ello, el lehendakari Urkullu ha propuesto al resto de grupos pactos en cinco ámbitos: presupuestos, energía, demografía, educación y atención primaria.

Vistas las respuestas de los grupos de la oposición, no parece que vaya a ser tarea fácil la firma de tales pactos. Desde la Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskadi, red que agrupa a 84 ONG vascas que trabajan en cooperación internacional, animamos a las fuerzas políticas a realizar ese esfuerzo, porque su resultado, sin duda, va a merecer la pena. Además, les proponemos incluir un acuerdo más como pacto de país: la solidaridad.

Euskadi y, en concreto, Bilbao, acaba de ser elegida como sede del Secretariado de la Coalición Local 2030. Esta decisión de Naciones Unidas representa un reconocimiento a la trayectoria de la sociedad y de las instituciones vascas en materia de Agenda 2030 para un desarrollo sostenible, y un impulso a su proyección futura. Pero, por otro lado, también nos obliga a actuar en consecuencia. Por ello, no es suficiente con enseñar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en las escuelas y universidades, o con publicar informes no financieros que cuenten cómo nuestras empresas contribuyen a esos 17 objetivos. Debemos dar un paso más y apostar como país y como sociedad por una solidaridad sostenible, para no dejar a nadie atrás.

Una solidaridad sostenible en lo social, porque no podemos admitir un mundo con unas desigualdades crecientes, con más de 850 millones de personas que pasan hambre, y con casi 800 millones sin acceso a agua potable. Un mundo con más de cinco millones de niñas y niños que han muerto sin llegar a cumplir cinco años, o con más de 70 millones de personas forzadas a migrar por conflictos y violencias.

Una solidaridad sostenible en lo económico, porque el mundo es hoy más rico, pero más desigual que nunca. El ingreso promedio del 10% más rico de la población es, aproximadamente 9,5 veces más alto que el del 10% más pobre. La desigualdad de la riqueza es aún más pronunciada. El 10% de la población más pudiente posee la mitad de la riqueza, mientras que el 40% de las personas más empobrecidas tiene solo el 3%. Pero si a estas desigualdades le sumamos la discriminación en función del sexo, el género, la edad, la discapacidad, la raza, el origen étnico, la religión o el estatus legal, constatamos que muchas personas, minorías y grupos permanecen totalmente marginados.

Y una solidaridad sostenible en lo ambiental, porque cada vez es más evidente que estamos destruyendo el planeta y que estamos acabando con nuestra madre tierra. Nos quejamos del calor y de la falta de lluvia de este verano, pero seguimos viviendo y consumiendo como si no pasara nada. En 2022, en el mundo hemos emitido más de 26.500 millones de toneladas de CO2, se han deforestado más de 3 millones de hectáreas y desertificado más de 8 millones.

El pasado 6 de septiembre celebramos, con día festivo incluido, el 500 aniversario de la vuelta al mundo de Elcano. Animamos a la ciudadanía, empresas, cooperativas, agentes sociales, agentes del tercer y cuarto sector, y exigimos a autoridades y administraciones públicas a que, como sociedad avanzada que es la nuestra –por no decir enriquecida–, consideremos ese mundo que Elcano circunnavegó, no solo como un lugar para el turismo o la extracción de materias primas. No solo para la venta de nuestros productos o para estudiar y trabajar, sino como la casa común de todos sus habitantes, el lugar que nos da la vida.

Por ello, ahora que está en proceso de elaboración el Anteproyecto de la nueva Ley Vasca de Cooperación y Solidaridad, ahora que en el Congreso de los Diputados se van a tramitar las enmiendas al Anteproyecto de Ley de Cooperación al Desarrollo y Solidaridad Global, ahora que estamos pensando en los Presupuestos para 2023, ahora que en el Parlamento Vasco hablamos de pactos de país... hagamos un pacto de país por la solidaridad sostenible. Situemos la solidaridad entre personas y pueblos en el centro de nuestras vidas y políticas, cumpliendo por fin el compromiso de Naciones Unidas de 1970 de dedicar el 0,7% de nuestra renta nacional bruta a la cooperación al desarrollo, como recoge también la Ley Vasca de Cooperación, y así convertir a la sociedad vasca en un referente de solidaridad mundial.

* Presidente de la Coordinadora de ONG de Desarrollo de Euskadi