Infobesidad (palabra que se forma al combinar información y obesidad) es un término, cada vez más popular, que denomina la sobrecarga de información y noticias que recibimos a diario, por WhatsApp, Facebook, Twitter, Telegram, prensa digital... Esta sobrecarga, también llamada infoxicación (combinando intoxicación e información) nos provoca, según Alvin Toffler -creador del término en 1970-, indigestión y empacho de datos. Cuando tenemos que tomar una decisión o informarnos sobre algo, estos nos llegan en tal volumen, que saltamos de noticia en noticia, sin poder profundizar en nada, sintiendo la frustración de no dar abasto.
Algunas cifras que corroboran esta sobreinformación son impactantes. En Google se realizan cada minuto 4'5 millones de búsquedas. Cada minuto se envían 18 millones de mensajes. En el Estado español, según el informe Digital 2021 elaborado por Hootsuite y We Are Social, cada persona pasa casi siete horas al día conectada a la red. Suponiendo que dormimos un promedio de siete u ocho horas al día, "pasamos el 42% de nuestro tiempo despiertos en línea", resalta el informe. El resultado es lo que también se ha bautizado como infodemia (jugando con la palabra pandemia).
Es cierto que esta sobredosis de información rápida está siendo paralela al auge de una corriente cultural llamada Slow (en inglés, Despacio), que reivindica una vida más calmada. El embrión de este Movimiento Slow surgió en los años 80 en Italia, tras un brote de indignación popular en Roma en 1986 por la apertura de un restaurante McDonald's en una plaza histórica. A partir de ahí, su filosofía se fue expandiendo hasta hoy.
En la actualidad, desde el Movimiento Slow se critican la tiranía del tiempo y las prisas. Se exalta el valor del disfrute de la vida. En el ámbito de la gastronomía, el slow food (comida pausada) impulsa la degustación de los productos alimenticios regionales y las comidas tradicionales. Otro ejemplo lo encontramos en el ámbito de la moda. La slow fashion (moda lenta) promueve el rechazo a la ropa que sea fabricada masivamente y que sea consumida con un patrón de usar y tirar cada temporada.
En el ámbito de la prensa, el término slow journalism (periodismo lento) está menos extendido como tal, en el lenguaje cotidiano. Sin embargo, la práctica periodística de elaborar a fuego lento reportajes en profundidad está cada vez más incorporada en diferentes medios de comunicación. Estos medios, sin tener la etiqueta expresa de slow, apuestan por conjugar primicia con artículos de opinión. Combinan inmediatez informativa de última hora con textos atemporales de reflexión, partiendo de que los dos tipos de piezas informativas, inmediatas y lentas, son necesarios para sostener una sociedad saludablemente informada en cada momento.
Respecto a quienes producen estas piezas informativas, admiro a mis colegas de profesión que, en el día a día frenético de la redacción, patean la calle, cubren lo urgente, meten al horno y sacan noticias, que nos permiten conocer prácticamente en directo lo que está pasando. Son, además de otras muchas personas implicadas en la producción y distribución de un periódico, quienes hacen posible que usted tenga hoy en sus manos este diario.
Junto a estas voces del periodismo de lo inmediato, convivimos otras firmas encargadas de la parte slow y lenta de los artículos de opinión, los cuales elaboramos en una especie de alambique: título de esta sección. (Recuérdese que un alambique es el aparato utilizado para la elaboración de perfumes, licores, medicinas... A partir de unas materias primas que se destilan en gotas, mediante un proceso de evaporación por calentamiento y posterior condensación por enfriamiento). Así, como alquimistas, buscamos minuciosamente en la realidad la materia prima de nuestros reportajes. A partir de ahí, procedemos a calentar esa materia y a hacerla bullir, al fuego de un periodismo ético y honesto. Luego la dejamos enfriar y la publicamos para usted, que nos lee.
En ese proceso, por mi parte, no ignoro que es necesario un millón de pétalos para destilar una única gota de perfume. Por ello me dispongo a buscar que sean muchas las voces, vidas, puntos de vista y opiniones, detrás de cada gota que destile en esta sección.
Junto al periodismo de lo inmediato, convivimos otras firmas encargadas de la parte 'slow'