Kelley Mack, actriz conocida por su papel de Addy en la serie ‘The Walking Dead’ del canal AMC, ha fallecido a los 33 años tras una larga lucha contra un agresivo cáncer cerebral.
"Con profunda tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Kelley. Una luz tan brillante y ferviente se ha trasladado al más allá, adonde todos finalmente debemos ir", escribió la familia de Mack a través de la cuenta de Instagram de la actriz. “Su espíritu vibrante, su pasión creativa y su dedicación a la narración dejaron una huella imborrable en quienes la conocieron y en el público que cautivó a través de su trabajo”.
“Kelley ya se ha manifestado ante muchos de sus seres queridos en forma de mariposas. Será extrañada por muchos de una manera tan profunda que las palabras no pueden describirlo”, expresó la familia en el comunicado.
Sufría un glioma difuso de línea media
La intérprete, que falleció el pasado 2 de agosto en Cincinnati, su ciudad natal, llevaba años padeciendo graves problemas a causa de un glioma difuso de línea media, un tumor que afecta al sistema nervioso central y que le diagnosticaron en noviembre de 2024.
Desde su diagnóstico, Mack decidió compartir todo su proceso con sus seguidores, incluida la parálisis parcial que sufrió tras someterse a una biopsia espinal.
Conocida por su papel en 'The Walking Dead'
Kelley Mack se dio a conocer por interpretar a Addy, una residente de la colonia Hilltop en la popular serie ‘The Walking Dead’. También tuvo pequeñas apariciones en episodios de ‘9-1-1’ (2019) y ‘Chicago Med’ (2022).
En los últimos años la actriz de ‘The Walking Dead’ trabajó como modelo publicitaria y fue un rostro habitual para marcas como Dr. Pepper, Ross Stores, Budweiser o Rakuten.