Sylvester Stallone interpreta por primera vez en su carrera a un superhéroe en la película de Julius Avery Samaritan, una especie de “Hércules moderno y muy humano”, en opinión del actor, que desdibuja el concepto tradicional de los héroes convencionales.
“Es un superhéroe único en su especie, algo así como un héroe místico y humano, justo de esos tipos con los que puedes identificarte, con los que piensas, ‘oh, vale puede morir’ y que ni son de otro universo ni pueden volar”, señaló durante una conferencia virtual Sylvester Stallone acerca de la cinta, que se estrena hoy en la plataforma Amazon Prime Video.
Dascha Polanco, Pilou Asbaek y Javon Walton conforman el elenco que acompaña a Stallone en la historia de Samaritan un superhéroe “mundano” que poco tiene que ver con los protagonistas de las cintas emblemáticas de Marvel o DC, un punto que se convirtió en el incentivo que necesitaba Stallone para interpretar el papel, el primero como superhéroe en su carrera. “Odio decir esto, pero a veces nos convertimos en un producto o una marca. La gente me había visto como Rambo o como Rocky y está bien que te vean en otro registro”, explica sobre la elección de este papel, en el que encarna a “una persona normal que hace cosas que no son normales” y que “está a pie de calle, fuera de un universo fantástico”.
Caos y delincuencia
Sam Clearly (Javon Walton), de trece años, sospecha que su vecino, el solitario Señor Smith, es Samaritan, el antiguo vigilante de Granite City, que fue declarado muerto tras una batalla en un almacén con su rival, Némesis.
Con la ciudad al borde del caos y la delincuencia disparada, Sam Clearly tratará de convencer a su particular vecino para volver a la acción.
Compartir pantalla con un adolescente como Walton se ha convertido para el actor en uno de los asuntos más enriquecedores del filme. “Trabajar con gente joven resucita quién eres. Ellos se contagian de tu sabiduría y tú de su energía”, afirma Stallone, convertido en mentor para su compañero de reparto.
“Cuando interpretas un papel así te vuelven emociones que tenías al empezar tu carrera, y eso añade a tu experiencia. Disfruto más actuando ahora que con treinta años, que es cuando crees que lo sabes todo”, resume el actor que, aunque interpreta por primera vez a un superhéroe, lo hace en el marco de la acción, género del que es icono consagrado.
Porque, para Stallone, la acción es un género que, aunque suela ir envuelto en ficción, tiene mucho de realidad. “He tenido treinta y una operaciones por películas de acción, así que creo que la acción puede ser muy real”, afirma el intérprete, cautivado “por la idea de contar historias desde emociones compartidas por todas las culturas y partes del mundo”.
“Cuando hice Rambo me di cuenta de que, al quitar el volumen, la gente era perfectamente capaz de saber lo que pasaba en la película. Ahí me di cuenta de lo importante que puede ser este género”, agrega el actor, que en Samaritan es él quien lleva la voz cantante en cuanto a acción se refiere.
Quererse a sí mismo
Para el neoyorquino de origen italiano este tipo de películas se convierten “en mitología moderna”: “La sociedad necesita estas figuras, son como dioses”, considera, aunque en su opinión, es más importante que “invite a reflexionar” sobre las posibilidades de cada uno de “convertirse en su propio héroe”.
“Tienes que quererte a ti mismo”, apunta Stallone, un mantra que le ha acompañado, dice, como “valor indispensable” en la vida.
“Llega un punto en el que te das cuenta de que no puedes ser el Rambo de veintinueve años, porque también tienes el honor de tener otra edad. Y es bonito ver que no eres quien eras, pero de alguna forma sigues ahí”, explica el actor, tres veces nominado al Óscar (todas ellas por su papel de Rocky Balboa).
Stallone, también director de películas como Los mercenarios, que él mismo protagonizó junto a Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis, Jason Statham y Jet Le, por la que fue nominado a los premios Razzie como peor director, o la secuela de Fiebre del sábado noche (1977), Staying Alive (1983), también con John Travolta, asegura que abraza “con ilusión” este nuevo papel con el que “sigue aprendiendo” a sus 76 años.