Ojo, si un amigo te pide dinero por mensaje, lo más probable es que sea una estafa
Antes de acceder, llámale directamente por teléfono y no por el sistema de mensajería, puede que le hayan hackeado la cuenta y que él también sea una víctima
Pedir prestado dinero a un amigo o un familiar, aunque haya mucha confianza, no es una situación cómoda para nadie y por eso, cuando alguien recurre a ti, lo normal es que la urgencia sea mucha y necesaria de verdad. O no. Puede que sea un intento de estafa.
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Vuelve con renovada fuerza un intento de sacar dinero haciéndose pasar por un amigo o un familiar en apuros que necesita una moderada pero algo alta cantidad de dinero para un asunto puntual como un pago en un taller o una compra inesperada e ineludible que en ese momento le pilla a contrapié. La promesa es devolverlo en cuanto regrese a casa o al día siguiente. La urgencia y la necesidad juntas para no dar tiempo a pensar y hacer que se reaccione.
Cómo es la estafa
Es una situación que puede pasar, probablemente nosotros mismos nos hayamos visto en una de esas en algún momento, pero es más que probable que se trate de un intento de estafa, especialmente si el mensaje pidiendo auxilio económico nos llega por WhatsApp. Lo más probable es que se trate de un intento de estafa. Por ello, lo mejor es llamar por teléfono y hablar directamente con el interesado, eludiendo los mensajes y llamadas vía mensajería verde. Existe la posibilidad de que le hayan hackeado la cuenta.
El sistema es relativamente sencillo. Los ciberdelincuentes hackean las cuentas de usuarios para, posteriormente, solicitar dinero a sus contactos bajo falsos pretextos. El modus operandi de este timo o robo empieza cuando el delincuente logra hacerse con el control de una cuenta de WhatsApp engañando a su propietario legal para que le proporcione el código de activación necesario para instalar la aplicación en su propio teléfono. Esta es la parte difícil del plan para los malos, pero habiendo tantos usuarios, algún despistado cae en sus redes.
Una vez con la cuenta de su primera víctima bajo control, el ciberestafador comienza a enviar mensajes a los contactos de la víctima solicitando dinero de manera urgente. Los motivos son de lo más variados, pero todos tienen un tono intenso que busca generar esa sensación de urgencia y evitar que piense antes de pasar a la acción y ayudar a un amigo de confianza de la víctima con el contacto hackeado. es una variante algo más sofisticada que la conocida como la llamada hijo en apuros.
Técnicas de phishing
El hackeo de cuentas de WhatsApp es una de las técnicas empleadas por los ciberdelincuentes para acceder a las cuentas de los usuarios de la mensajería de Meta. Generalmente, el método empleado por los timadores digitales para engañar a las víctimas es el phishing. De esta manera, imitan un mensaje y una web de algún banco o entidad para conseguir que compartan información sensible. Así, una vez que el delincuente tiene acceso a la cuenta, puede utilizar la identidad de la víctima para llevar a cabo diversas actividades maliciosas, desde el envío de mensajes fraudulentos a los contactos de la persona afectada, a la suplantación de identidad pasando, directamente, por el robo de información personal.
La seguridad pasa por la prevención
Para evitar sustos y disgustos, lo importante es tener en cuenta que la seguridad debe ser activa, que debemos ser nosotros los que nos defendamos y estemos atentos. Por ello, y refiriéndonos a este caso concreto, es importante no compartir nunca el código de activación de WhatsApp con terceros, tanto si son conocidos como si dicen ser alguna entidad con la que tengamos trato.
Además, es más que recomendable tener activa la verificación en dos pasos en la configuración de la aplicación, lo que añade una capa extra de seguridad. También se debe desconfiar de mensajes sospechosos o inusuales, especialmente aquellos que solicitan dinero o información personal, y si es posible, contactar directamente con el supuesto remitente del mensaje a través de otro medio para verificar la autenticidad de la solicitud.
Por último, mantener actualizada la aplicación de WhatsApp, y de cualquier otra app que pueda ser una puerta de entrada de los malos, así como el sistema operativo del dispositivo, para contar con las últimas medidas de seguridad.