Como en muchos aspectos, la cultura vasca es una fuente inagotable de detalles. Al margen del misterioso origen del euskera y la autenticidad de las tradiciones, existe una cuestión muy interesante: los apellidos euskaldunes. Como otros rasgos inherentes a cada persona, son una clara seña de identidad más.
Con el paso de los años, muchos de ellos han perdurado hasta nuestros días. Debido a su etimología y composición, atraen mucha curiosidad. Asimismo, cabe destacar que no solo podemos verlos en Euskadi , sino también en muchas partes del mundo.
Riqueza cultural y sin criterios fijos
Gracias a su gramática, sonoridad y vocabulario, los apellidos vascos son populares y preciosos, así como algo complicados para quien no está acostumbrado a ellos. Algo que se da precisamente fuera de nuestras fronteras.
Para comprender mejor este fenómeno, hemos consultado a la inteligencia artificial de ChatGPT por los apellidos euskaldunes más extraños que existen en el conjunto del Estado. Porque es un criterio muy subjetivo, y esta herramienta puede resolver nuestras dudas.
Los apellidos más extraños
Esta famosa plataforma nos ha ofrecido una lista de los posibles apellidos euskaldunes más raros o, al menos, los más complejos de pronunciar y de escribir. A continuación, repasamos todos los resultados aportados por la inteligencia artificial.
Estos son los más raros: Azkarate, Gorostiza, Zabala, Etxeberria, Iriarte, Agirre, Otxoa, Ugarteburu, Olabegoia y Muxika.
Según otras fuentes
Dejando de lado los ya mencionados anteriormente, hemos hecho un análisis mirando los datos elaborados por el INE (Instituto Nacional de Estadística) de apellidos menos frecuentes de origen vasco que podemos encontrar en todo Euskadi.
Del mismo modo, todos ellos forman parte de la lista de apellidos vascos nombrados por Euskaltzaindia, es decir, la Real Academia de la Lengua Vasca.
Estos son los son los más raros, teniendo en cuenta la cantidad de personas que los portan:
Aranbalza, Billelabeitia, Argintxona, Aldeiturriaga, Urtxueguia, Ibargarai, Urdanpilleta, Etxaburu, Zunzundegi, Leanizbarrutia y Aldekoa.
Idiomas similares
Aunque el euskera no guarda relación con ningún otro idioma conocido, existen teorías que lo vinculan con otros.
El idioma húngaro
El primer parecido que comparten el euskera y esta lengua de la rama urálica es la formación del plural. El idioma vasco suele incluir una 'k' al final de las palabras en este caso gramatical. A modo de ejemplo, en euskera la fruta ‘manzana’ se dice ‘sagarra’, por lo que su plural sería ‘sagarrak’.
Y, paralelamente, en húngaro su significado es ‘alma’, que en plural sería ‘almak’. Otro punto en común de ambos idiomas es la inclusión de una 'n' al final de los nombres de ubicaciones o lugares. Por ejemplo, tanto en húngaro como en euskera, la ciudad de Budapest se reconoce como 'Budapesten'.
A diferencia de muchas otras lenguas que se hablan en Europa, el euskera y el húngaro comparten palabras complejas. Es decir, la palabra 'primavera', que en euskera se dice ‘udaberri ‘y en húngaro es ‘tavasz’; en vasco, ‘mar’ es ‘itsaso’, y en magiar es ‘tenger’.
En esta última característica, los dos idiomas exponen sonidos muy similares. La lengua magiar tiene 'cz','cs' o 'c' , mientras que nuestro idioma posee los 'tz', 'ts' y 'tx'.
El georgiano
Hay varias palabras que guardan ciertos parecidos entre la lengua vasca y el georgiano. Un buen ejemplo es el término ‘zari’, cesto en georgiano, que en euskera se llama ‘zara’ u ‘otzara’.
Otra palabra que podemos encontrar es ’ezer’, hermoso en georgiano, y que al euskera se traduce como ‘eder’. Se trata, sin duda, de una muestra más de las curiosas coincidencias que unen a las tierras vascas con las remotas aldeas de Georgia.
Un elemento gramatical común entre estos idiomas es la ergatividad, que diferencia al sujeto intransitivo del sujeto transitivo o activo. En la frase “el hombre viene”, el sujeto en euskera sería ‘gizona’, pero en “el hombre ve”, el sujeto sería ‘gizonak’, añadiendo una -k al final de la palabra.
Por si fuera poco, muchas lenguas de esta zona del mundo contienen en su estructura el concepto de la ergatividad, muy frecuente en la construcción de algunas de sus frases. Otro motivo que conecta al euskera a Georgia.