MADRID. Osi.es y Chaval.es son las dos plataformas de que dispone el Ministerio de Industria, Energía y Turismo para ayudar a los menores a navegar por Internet de forma segura y prevenir riesgos como el acoso y ciberbullyng, el acceso a contenidos pornográficos, el abuso por parte de usuarios anónimos o la radicalización en mensajes de odio (como el terrorismo yihadista) o conductas violentas, según ha explicado el secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Víctor Calvo-Sotelo.

El secretario de Estado ha participado junto con su homólogo en el departamento de Seguridad del Ministerio de Interior, Francisco Martínez Vázquez, en la clausura en Madrid del 'Foro seguridad TIC y menores de edad' organizado por ambos ministerios.

Durante el acto, Calvo Sotelo ha hecho hincapié en el mensaje de que "bastaría con pasar diez minutos en Osi.es o Chaval.es para mejorar sustancialmente nuestro nivel de seguridad en la red" y que los menores de edad estuvieran mejor protegidos antes las posibles amenazas.

Tanto él como Martínez Vázquez han subrayado el mensaje de que "la Tecnología no es el problema", pero han hecho hincapié también en que, con el "empoderamiento" que supone la mayor conectividad y acceso a información, se ha producido también un incremento de los riesgos para la ciudadanía, para lo cual creen "urgente" la concienciación y preparación de los ciudadanos y, particularmente, de los menores.

"Esta urgencia aumenta si nos centramos en colectivos vulnerables como los menores, en los que se dan dos características peligrosas: un uso intensivo y una reflexión no suficientemente profunda", ha manifestado el secretario de Estado de Seguridad.

Por eso, si bien han manifestado que los riesgos "son los mismos" contra los que ya se luchaba antes de la generalización del uso de Internet y las redes sociales, han asegurado que la introducción de estas tecnologías ha supuesto una "intensificación" de todos aquellos problemas.

"El terrorismo yihadista no se entendería hoy sin el poder de difusión que ha tenido en las redes sociales. Es la clave de todo", ha asegurado Martínez Vázquez.

En este sentido, ambos han subrayado los avances que se han producido durante los últimos años en materia de vigilancia y colaboración entre diversos agentes (incluidas la Policía Nacional y la Guardia Civil) para prevenir conductas delictivas y evitar la difusión de contenidos que puedan ser nocivos para los menores, así como la especialización y la implicación en la concienciación que llevan a cabo los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

LOS PADRES SON LA CLAVE

Aún así, han puesto el acento en que la labor de educación necesaria para lograr "no una ciudadanía conectada sino una ciudadanía digital" (consciente de los riesgos y repercusiones de sus acciones en Internet y con un alto nivel de seguridad) debe trascender a todos los actores sociales y, particularmente, a los padres.

"Los padres confiamos en el uso que nuestros hijos hacen de Internet. De hecho, tal vez confiamos en exceso, aunque no les autorizamos a hacer compras por Internet --ha explicado el secretario de Estado de Seguridad--. En 2014, solo la mitad de los padres hablaban con sus hijos de los riesgos de Internet, quiero pensar que dos años después la cifra es distinta, y solo un tercio comprobaban el perfil de sus hijos en redes sociales".

Según han sostenido, la educación "no solo es un problema del Ministerio de Educación" sino que "juegan un papel muy importante los padres y el hogar" por lo que han subrayado la importancia de la implicación parental en la seguridad digital de los menores.

Durante la clausura del curso de seguridad cibernética, los responsables de Seguridad y Telecomunicaciones han puesto de relieve también iniciativas que se están llevando a cabo más allá de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y las campañas de concienciación y formación en seguridad digital.

Entre estas, el secretario de Estado de Seguridad ha señalado una nueva norma de calidad UNE que está desarrollando con AENOR para el sector del software, con el objetivo de que los programas y aplicaciones acreditados incluyan mayores niveles de seguridad y control parental de los contenidos de cara a la protección de los menores. "La tecnología no solo no es el problema sino que debe ser parte de la solución", ha subrayado.