MADRID. Apartamentos inexistentes a la llegada al lugar de veraneo, de inferior categoría a la acordada, más pequeños, con falta de higiene, una mayor distancia a la playa de lo indicado o electrodomésticos que no funcionan son algunos de los problemas que sufren muchos españoles cada verano al alquilar un apartamento.

Para evitarlos, FUCI ha elaborado una guía para los usuarios en el que se les informa sobre sus derechos cuando vayan a alquilar un apartamento a través de Internet para que así no se lleven sorpresas desagradables, tal y como ha señalado el presidente de la federación, Gustavo Samayoa.

Las primeras recomendaciones están relacionadas con el anuncio y el anunciante: hay que desconfiar de los anuncios en los que el precio de alquiler es muy bajo y conviene consultar sobre el número de personas que han alquilado previamente ese alojamiento.

Si el anunciante no es el propietario, sino una agencia, tendrá que demostrar esa representación y dar sus datos completos. Hay que desconfiar de los anunciantes que no proporcionan un número de teléfono fijo perfectamente identificable donde puedas localizarlos.

Otro punto a considerar es el pago: no se aconseja pagar por adelantado la cuantía total, aunque muchos anunciantes lo exigen como medio de garantía y para estar seguros del interés de alquilar de los usuarios durante el periodo de tiempo establecido.

En caso de que lo exijan, hay que asegurarse de la legalidad de la propiedad antes de realizar el pago de la fianza.

Cuando los anunciantes y los propietarios exijan el pago a través de servicios como Western Union, MoneyGram, Bidpay y otros similares, según FUCI, hay que asegurarse de haber comprobado la conformidad y legalidad del resto de aspectos de la contratación.

Antes de realizar una transferencia bancaria, hay que asegurarse de que el anunciante ofrece las garantías suficientes. Los que aceptan tarjetas de crédito ofrecen más seguridad.

Conviene guardar los mensajes recibidos y enviados al anunciante, así como el número de teléfono, porque no en todos los casos se da la firma de un contrato escrito.

También es aconsejable solicitar al anunciante que remita por fax y en un sólo folio la fotocopia de su DNI por ambas caras, un recibo del último IBI o nota simple de la última inscripción registral del alojamiento.

En caso de realizar un contrato escrito, hay que revisarlo cuidadosamente y si uno no está convencido hay que dejar que lo mire un profesional para evitar cláusulas que pudieran ser abusivas.

En el contrato debe figurar toda la información sobre la vivienda, la duración de la estancia, el precio convenido y las condiciones de pago.

Antes de firmar es importante repasar la vivienda con quien alquile la casa para verificar su estado, incluido el de los electrodomésticos.

El arrendatario del apartamento turístico no puede cobrar ni el suministro de agua, ni el de energía eléctrica ni el servicio de recogida de basura porque esos gastos corren por cuenta del propietario.

Y si se siente engañado, debe presentar una reclamación por escrito, preferiblemente en el lugar de vacaciones y recuerde que los folletos publicitarios, facturas, contrato y demás documentos son necesarios como prueba ante una posible denuncia o reclamación.

Si ha sido víctima de un fraude debe presentar una denuncia en las dependencias policiales más próximas a su domicilio.