Unos cardenales arrasan con el minibar de la habitación antes del cónclave pensando que era gratis

El cónclave que ha comenzado este miércoles para elegir al Papa que releve al fallecido Francisco está copando casi todos los titulares. Quinielas de las opciones de los principales candidatos como si se tratara de Eurovisión, perfiles de los cardenales papables, el estricto protocolo, un poco de historia de cónclaves pasados y demás anécdotas se repiten en tertulias de radio y televisión, y entre ellas se ha colado un curioso suceso, un tanto escandaloso que está dando bastante que hablar en El Vaticano y fuera de él.

El minibar en Santa Marta

Es algo que ha sucedido dos días antes del cónclave en la residencia de Santa Marta, un lugar austero en el que decidió vivir el papa Francisco durante su pontificado huyendo de la ostentación y los lujos y donde duermen estos días los cardenales que están eligiendo a su sucesor. Lo ha relatado el arzobispo italiano Guido Pecorari en el periódico Corriere della Sera, el más vendido del país transalpino.

Uno de esos cardenales, cuyo nombre no ha querido relevar Pecorari asegurando que se trata de un “gran amigo” suyo, ha dado la nota por lo que ha hecho en su habitación de Santa Marta. Pensando que todo lo que había en el minibar era gratis, invitó a otros cardenales a pasarse por su estancia a charlar una vez terminada la cena y “se terminaron rápidamente todos los licores en miniatura”, explica el arzobispo.

Malestar en la comunidad

Pecorari relata lo ocurrido en tono distendido, sin darle más importancia, pero sí que ese hecho ha creado cierto malestar entre la comunidad de cardenales, que se encuentra reunida para tomar una decisión trascendental y muchos de ellos no ven adecuado que se consuma alcohol por las noches en las habitaciones en momentos que deberían ser de reflexión y recogimiento.

El anónimo cardenal que arrasó con el minibar se enfadó, eso sí, cuando le pasaron la cuenta de lo que había consumido, según cuenta el arzobispo, que sí puede revelar ciertos detalles del cónclave. En cambio, los cardenales no pueden desvelar nada de lo que suceda en él y tienen prohibido cualquier contacto con el exterior mientras dure. Si incumplieran una de estas normas se expondrían al riesgo de excomunión.

El nuevo Papa, cuando sea elegido, sí que tendrá la libertad para contar todo lo que quiera de lo sucedido en el cónclave y de los debates que se produjeron entre los cardenales durante ese tiempo. Que lo haga o no ya es decisión propia.