A lo largo y ancho de nuestro planeta existen lugares tan peculiares como desconocidos. Hay uno de ellos que suele pasar desapercibido y que no copa titulares y ni portadas de periódicos. Comparado con Corea del Norte por su rigidez gubernamental y su complicado acceso, es también uno de los menos visitados por los viajeros.

Es más, las estrictas reglas impuestas tanto a los locales como a los turistas, junto con las limitaciones en el día a día, hacen de este país un auténtico enigma. Pero, ¿de qué nación estamos hablando? Veámoslo. 

Un lugar misterioso

Se trata de Turkmenistán, un país de Asia Central, el cual es un destino tan peculiar como desconocido. Colinda con otros estados como Kazajistán, Uzbekistán, Irán y Afganistán, y con el Mar Caspio.  Así lo asegura un reciente artículo del medio Huffington Post. 

El creador de contenido Chris, conocido por sus viajes alrededor del mundo y sus publicaciones en redes sociales, ha compartido su experiencia en este extraño país a través de su cuenta de TikTok @authentic_traveling

Su video sobre Turkmenistán ha acumulado más de 12 millones de visitas y cerca de 980 mil likes, y no es para menos: lo que cuenta sobre su visita muestra una realidad tan impactante como surrealista.

@authentic_traveling I visited the weirdest country on earth #turkmenistan #travelstory #everycountry ♬ original sound - Chris - Authentic Traveling

Un viaje bajo control total

Turkmenistán impone restricciones poco comunes para los visitantes. Para ingresar al país, se exige un visado especial, y los viajeros no tienen la libertad de moverse por su cuenta. 

De hecho, Chris explica que en todo momento estuvo acompañado por un guía turístico asignado por el gobierno, impidiendo cualquier exploración espontánea. “No se te permite viajar solo”, afirma, enseñando el nivel de control al que están sometidos los turistas.

Además, una de las particularidades más destacadas que Chris menciona es la ausencia total de redes. “Aquí no hay Internet”, relata, mientras muestra su teléfono sin conexión, una realidad difícil de imaginar en pleno siglo XXI. 

La censura masiva en Turkmenistán bloquea el acceso a la mayoría de los sitios web, dificultando a los turistas (y locales) mantenerse conectados con el mundo exterior.

Asjabad, la ciudad fantasma 

La capital de Turkmenistán, Asjabad, ofrece una experiencia chocante para quienes la visitan. Según Chris, la ciudad está casi desierta, un fenómeno que genera una sensación de vacío y misterio. 

Pese a su bella arquitectura, que incluye numerosos edificios cubiertos de mármol blanco, la ausencia de personas en las calles y en las tiendas genera una atmósfera inquietante. “Es como caminar por una ciudad fantasma”, describe el creador de contenido. 

La opulencia de Asjabad, con sus amplias avenidas y edificios impresionantes, contrasta con la escasez de actividad humana visible.

Vista aérea de Asjabad, la capital de Turkmenistán Pixabay

Estética de lujo

Una de las razones de esta sensación desolada es que, según los Guinness World Records, Asjabad es la ciudad con mayor cantidad de mármol blanco en el mundo. La estética uniforme parece haber sido diseñada para impresionar, pero también da una sensación de irrealidad. 

Chris asegura que los edificios que albergan tiendas están vacíos, lo que le hizo sentir que estaba en una escenografía cuidadosamente construida, más que en una ciudad con vida.

El control gubernamental

El control del gobierno de Turkmenistán se extiende a casi todos los aspectos de la vida cotidiana, desde el acceso a la información hasta las decisiones más mundanas. Una de las reglas más curiosas que Chris destacó es la regulación del color de los coches.

En Asjabad, los vehículos blancos o de colores claros son predominantes, ya que se busca que estos armonicen con la imagen pulcra y blanca de la ciudad. Esta regla refleja el deseo del gobierno de mantener un orden visual y simbólico en la capital.

Además de la censura y las limitaciones visuales, el país es conocido por su política de aislamiento extremo. Turkmenistán rara vez aparece en las noticias internacionales, y muy pocos extranjeros logran visitarlo. 

Los que lo hacen, como Chris, deben aceptar las duras condiciones de las autoridades, que incluye la imposibilidad de moverse libremente y la constante vigilancia a través de guías turísticos.