El calor, las vacaciones y los planes con amigos son algunas de las razones por las que en verano solemos romper la rutina que tanto nos ha costado conseguir durante el año. Inconscientemente dejamos de hacer ejercicio, leer o comer saludable por este cambio en la rutina.

Según una encuesta realizada por NC Report el 56,2% de los españoles admite no mantener sus costumbres durante el verano. Pero esta estación no debería ser un impedimento para continuar con nuestros hábitos y progreso personal. De hecho, es un momento ideal para comenzar una etapa de renovación y conexión con uno mismo. La clave está en elegir una rutina y mantenerla.

Para ello Miguel Navarro, experto en productividad, hábitos y biohacking y CEO y fundador de Productividad Feroz, comparte cinco consejos para mantener la rutina en verano.

1. Adapta la rutina

Aunque la rutina cambie, los hábitos no tienen por qué desaparecer, pueden adaptarse a la nueva rutina. Lo más importante es comprometerse con uno mismo aunque la forma y horarios cambien.

2. Reduce tus objetivos a lo esencial

Si bien es cierto que al cambiar la rutina podemos encajar nuestros hábitos, hay veces que nos proponemos demasiados objetivos que cumplir. Por ello es importante establecer un orden de preferencia y elegir objetivos reales. Por ejemplo, elige dos o tres innegociables que puedas cumplir a la larga como puede ser beber 2 litros de agua al día o leer un libro cada semana.

3. Respeta el tiempo de descanso

Una persona tumbada al sol para descansar Freepik

La cuestión no es hacer de las vacaciones un periodo de productividad máxima, sino más bien disfrutar del descanso sin abandonar hábitos saludables para la mente y el cuerpo.

4. Actividades diferentes

Algo muy importante durante esta época es preguntarse qué necesitamos para sentirnos bien. El descanso mental y físico es parte de la productividad, no implica no hacer nada, sino más bien hacer actividades que no requieran tanto esfuerzo o un esfuerzo diferente y que permitan relajarnos.

5. Cambia el concepto de productividad

Mujer organizando su rutina Freepik

En vez de medir el verano por la cantidad de actividades que realizas, céntrate en cómo te sientes. Descansar bien, reír o reconectar con uno mismo es mucho más gratificante que cumplir una lista de objetivos.

Por ello, más que considerar el verano como tiempo perdido, considera un tiempo invertido, sin el cual no podrías ser igual de efectivo en tus objetivos y que mejora tu bienestar.“No se trata de ser rígido con uno mismo, sino de mantener vivos los pequeños compromisos que nos hacen sentir bien”, asegura Navarro.

Alejarse de la rutina habitual es una oportunidad para pensar, aclarar ideas y pasar tiempo con quienes queremos y con nuestro entorno.

Los mandamientos para hacer una rutina realista

Establecer las metas es el paso más importante de una rutina y para ello debemos plantear objetivos realistas. Uno de los métodos más conocidos para establecer estos propósitos es el SMART.

Este consiste en que las metas sean específicas (Specific), medibles (Measurable), alcanzables (Attainable), relevantes (Relevant) y limitadas en el tiempo (Time-bound). Es decir, si nuestro objetivo es ponernos en forma tenemos que plantear hábitos como “correr dos veces por semana durante una hora”. De esta manera podemos tener un control numérico y sencillo de la rutina.

Hábitos que puedes incorporar

1. Es importante una dieta equilibrada, para lo que puedes fijarte el objetivo de comer más fruta al día o beber un par de vasos más de agua para mantenernos hidratados.

Mujer bebiendo agua Myron Standret

2. Practica alguna actividad física en compañía, puede resultar muy motivador y te obliga a comprometerte con otros para el plan y no dependes tanto de fuerza de voluntad propia.

3. Mantén una buena rutina de sueño, trata de establecer una hora a la que ir a dormir y respeta el horario de sueño.

4. Dedica tiempo relajarte y conectar contigo mismo. Puedes empezar por meditar un rato por las mañanas.