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Llegar y besar el santo para Kobi Simmons

De rendimiento inmediato y con virtudes ensalzadas en público por Galbiati, el temporero azulgrana pone en un aprieto al Baskonia tras solo tres partidos cuando Forrest vuelva de la lesión

Llegar y besar el santo para Kobi SimmonsAlex Larretxi

Kobi Simmons ha entrado definitivamente con el pie derecho en el Baskonia. Tres partidos le han bastado para romper todos los tópicos que sobrevuelan el mundillo del baloncesto cuando toca hablar del periodo de adaptación que necesitan los jugadores llegados desde Estados Unidos para ofrecer un rendimiento inmediato.

En el caso del base nacido en Atlanta, huérfano de un pasado deslumbrante a sus 28 años y con un paso testimonial en la NBA que se concreta en apenas 42 encuentros, ha sido llegar y besar el santo. Y todo ello gracias a una aportación muy por encima de las expectativas iniciales que, de paso, tiene visos de poner en un importante brete a los dirigentes del Baskonia.

Aterrizado hace poco más de una semana en Vitoria como solución de emergencia para las dos próximos meses tras la lesión muscular de Trent Forrest en la visita al Asvel, Simmons ya se ha hecho con las riendas del equipo.

Muchas virtudes y, además, un buen físico

Si en las derrotas frente al Estrella Roja y el Murcia ya causó una grata impresión pese a ser un recién llegado, su figura se agigantó más si cabe en la reciente velada ante el Dubái. No solo brilló en la faceta anotadora con un meritorio acierto en el triple, sino que alimentó a los pívots en el bloqueo y continuación y también generó ventajas para otros compañeros gracias a su notable visión de juego.

Sus 16 puntos, 5 asistencias y 4 faltas recibidas en menos de 23 minutos con únicamente dos lanzamientos de campo fallados le convirtieron en uno de los lugartenientes de lujo de un desatado Luwawu-Cabarrot para la imprescindible victoria ante el Dubái

A ello se suman sus intangibles en el plano físico, ya que tiene unos brazos muy largos y una envergadura que no suele ser habitual en otros jugadores de su estirpe. Desde la atalaya de sus 192 centímetros puede postear a sus pares y también dificultar la subida de balón a la pista contraria.

 En un tiempo récord, Simmons parece haber conseguido una química ideal no solo con Paolo Galbiati sino también con los propios compañeros. Prueba de ello son las palabras que tras la primera victoria continental ante el Dubái pronunció el técnico italiano, quien al margen de ponderar sus virtudes baloncestísticas puso de relieve otras consideraciones relacionadas con el nivel humano y la buena acogida que ha tenido en el vestuario.

A la espera de que Forrest regrese al equipo dentro de varias semanas, resulta evidente que Galbiati ha encontrado en él a su base de confianza y así lo refrenda con su elevado minutaje en cada partido.

Sus 16 puntos, 5 asistencias y 4 faltas recibidas en menos de 23 minutos con únicamente dos lanzamientos de campo fallados le convirtieron en uno de los lugartenientes de lujo de un desatado Luwawu-Cabarrot para la imprescindible victoria ante uno de los nuevos ricos de la Euroliga.

Nowell, blanco de los rivales

La pujanza de Simmons contrasta con el inquietante momento de Nowell, quien este martes volvió a carecer de minutos en la segunda mitad. Para oxigenar a Simmons, Galbiati recurrió a Spagnolo y eso es algo chocante teniendo en cuenta que el italiano debería asumir más protagonismo en el puesto de dos debido a la baja de Howard.

Nowell volvió a sufrir en defensa durante varios tramos de la velada ante el Dubái Basketball, en el que un base escurridizo y muy fuerte físicamente como Wright IV le desbordó con suma facilidad.

Simmons tan solo tiene garantizados los próximos dos meses en Vitoria y el Baskonia deberá resolver de alguna manera la superpoblación de efectivos estadounidenses en el puesto de base cuando Forrest se recupere

No solo él, sino que todos los rivales del Baskonia tratan de hurgar en la herida del escaso tamaño de Nowell. En este sentido, Galbiati se halla obligado a encontrar soluciones que taponen esta hemorragia y, de momento, la única es reducir drásticamente su presencia en pista.

La nueva jerarquía en el timón azulgrana abre de paso un serio interrogante de cara al futuro cuando Forrest se restablezca de su lesión y concluya el contrato temporal que su recambio suscribió hace escasas fechas.

Simmons tan solo tiene garantizados los próximos dos meses en Vitoria y el Baskonia deberá resolver de alguna manera la superpoblación de efectivos estadounidenses en el puesto de base.

La permanencia de cuatro jugadores extracomunitarios –incluyendo a Howard– resulta, en teoría, inviable y alguno deberá hacer las maletas teniendo en cuenta que dos de ellos se encontrarían inhabilitados para competir en la ACB. Todos los dedos apuntan en este instante a Nowell como la pieza a sacrificar, pero está por ver si su contrato para las dos próximas temporadas puede romperse tan a la ligera