El Baskonia se sumerge en un envenenado play off de cuartos de final ante el Real Madrid donde no parte con la vitola de favorito y deberá rescatar su mejor versión si quiere albergar alguna opción de acceder a semifinales.

No en vano, los hombres de Laso se miden sin el factor pista a un rival intratable que acumula 22 victorias consecutivas en la ACB –ha acabado imbatido en la segunda vuelta– tras caer por última vez en diciembre del año pasado en su visita a la Fonteta de Valencia.

Tras su sonada ausencia de la pasada temporada en el play off por el título, el Baskonia encara una eliminatoria que le ha provocado serios disgustos en los últimos tiempos.

Queda claro que al cuadro vitoriano, con excepción del título conquistado en 2020 en la burbuja de Valencia en aquella temporada interrumpida bruscamente por el coronavirus, le está costando imponer su jerarquía y firmar los grandes resultados en el frente doméstico que, sin ir más lejos, obtuvo en la primera década de los 2000.

La clase media viene pegando cada vez con más fuerza desde atrás y un Baskonia obligado a simultanear dos competiciones tan exigentes como la ACB y la Euroliga con plantillas bastante justas de efectivos lo está acusando con resultados más bien discretos.

Varias decepciones

Prueba de ello es que, exceptuando la citada liga de la pandemia, únicamente ha alcanzado las semifinales ligueras en una única ocasión desde la campaña 2017-18. Concretamente fue en 2022 cuando, bajo la batuta de Neven Spahija, dejó en la cuneta al Valencia Basket en el tercer partido de la serie celebrado en la Fuente de San Luis.

En las filas taronjas, casualidades del destino, quien estaba sentado en el banquillo era Joan Peñarroya. Era vox populi que el egarense ya se había comprometido para entonces con el Baskonia para llevar sus riendas a partir del siguiente curso.

La escuadra vitoriana, que había protagonizado una excelente fase regular bajo la batuta de Joan Peñarroya, se vio apeada en 2023 contra todo pronóstico por su bestia negra del Joventut pese a contar con el factor campo a su favor

Por lo demás, esta serie de cuartos ha resultado bastante traicionera para los intereses azulgranas en los últimos lustros. Si se echa la vista atrás, por ejemplo, cabe recordar tres eliminaciones consecutivas en las temporadas 2012-13, 2013-14 y 2014-15 por este orden frente al Gran Canaria –ante los insulares con ventaja de campo para más inri–, Barcelona y Unicaja.

Entre 2016 y 2018 llegó un periplo más exitoso, ya que el Baskonia sí ocupó el espacio que le corresponde entre la aristocracia liguera. En los ejercicios 2015-16 y 2016-17, los alaveses alcanzaron las semifinales tras superar esa primera eliminatoria ante el mismo rival: el Gran Canaria. El acceso a la final sería vetado, sin embargo, por el Barcelona y el Valencia Basket, respectivamente.

En el curso 2017-18, el Baskonia no solo volvió a salir indemne de los cuartos de final tras batir al Unicaja, sino que también se deshizo del Barcelona en semifinales para plantarse en la gran final bajo la dirección técnica de Pedro Martínez.

La pelea por la corona liguera ante el Real Madrid arrancó de manera inmejorable con un triunfo en el WiZink Center, pero todo empezó a torcerse a partir del segundo asalto tras un esguince de tobillo sufrido por Johannes Voigtmann y los blancos terminaron llevándose el gato al agua tras ganar el tercer y cuarto partidos en el Buesa Arena.

Bestia negra verdinegra

La última eliminatoria de cuartos de final del Baskonia en el transcurso de la temporada 2022-23 también fue de infausto recuerdo. La escuadra vitoriana, que había protagonizado una excelente fase regular bajo la batuta de Joan Peñarroya, se vio apeada contra todo pronóstico por su bestia negra del Joventut pese a contar con el factor campo a su favor.

Howard busca un tiro ante el Joventut en la eliminatoria de cuartos donde el Baskonia se vio apeado en 2023 Iñigo Foronda

Los verdinegros, verdugos del inquilino del Buesa Arena meses atrás en el primer cruce de la Copa del Rey celebrada en Badalona, prolongaron los fantasmas azulgranas en una eliminatoria que ahora se abre paso con el pronóstico de la cátedra claramente en contra del Baskonia.

El Real Madrid, con recursos ilimitados en manos de Chus Mateo, se perfila como un hueso muy duro de roer para un Baskonia obligado a endurecerse de forma notable en defensa y contar con la mejor versión de sus jugadores más determinantes. En caso contrario, el riesgo de vacaciones a partir del próximo 8 de junio será muy latente.