La 'Mamba' Vasca ha encontrado por fin su sitio en el Barcelona y empieza a soltar ese veneno derivado de su dinámico y descarado baloncesto. A sus 30 años y en plena madurez, el escolta donostiarra se ha convertido en una de las mejores bazas ofensivas del Barcelona dejando atrás muchos prejuicios que existían alrededor de su figura debido a su liviano físico o la falta de centímetros para competir al más alto nivel.
La entrevista coincide con el mejor momento a nivel individual de Brizuela en el Barcelona. ¿Es así?
–Bueno, es verdad que en los últimos partidos estoy jugando bien y además más tiempo. Siempre he intentado adoptar una actitud muy tranquila y no pienso mucho en eso. Al final, estoy concentrado en que el equipo gane porque no hemos tenido el mejor arranque posible de temporada. Tan solo me centro en la posibilidad de sumar victorias.
Ante el Mónaco anotó 27 puntos y desde entonces se le ve con otra confianza. ¿Ese partido ha marcado un punto de inflexión?
–Sí, puede ser. Desde aquel día en que actué un poco más como base, hemos cambiado la forma de jugar y me siento más cómodo compartiendo pista con Kevin (Punter). Esto nos ha permitido ser más flexibles en los quintetos y le está viniendo bien al equipo, no solo a mí. Estoy intentando responder con resultados a la confianza que me está dando Joan y el equipo está jugando mejor. Hay que seguir trabajando porque entramos en la fase más importante de la temporada. Con tantos partidos, empieza a acusarse el cansancio pero no hay excusas. Nos metemos ya en breve en la disputa de los títulos y debemos seguir trabajando.
“En algunos momentos de los partidos, el físico resulta importante y es lógico que me cueste un poco más pero insisto en que el baloncesto no es solo eso y yo sé que soy capaz de aportar muchas cosas a un equipo pese a mi estatura"
¿Resulta difícil sentirse importante en una plantilla tan larga como la del Barcelona?
–No, creo que no es difícil. Compartir vestuario con jugadores tan buenos como los del Barcelona es sencilla y si algún día me toca asumir una mayor responsabilidad por diferentes razones lo intento aprovechar porque entiendo que tengo mis capacidades y las pongo a disposición del equipo. No creo que sea más difícil aquí que en otro lugar porque, al fin y al cabo, esto es baloncesto. Trato de hacer mi mejor baloncesto con independencia del escudo que lleve. Ahora porto el del Barcelona y sé que tengo más responsabilidad por ello, pero no pienso mucho en eso.
Nunca se quiere jugar más minutos por una desgracia como la lesión de Laprovittola, pero a usted le ha podido beneficiar. ¿Lo cree?
–No lo tengo muy claro. Al principio de la temporada, cuando 'Nico' estaba bien, hubo momentos de los partidos en los que compartimos pista estando él de base y yo de escolta. Fueron momentos en los que el equipo jugó muy bien y yo me sentí realmente cómodo, así que no lo veo del mismo modo. Sí es verdad que yo estoy jugando más minutos tras su lesión, pero cuando 'Nico' estaba en buenas condiciones el equipo lo agradecía. Como digo, disfruté mucho aquellos minutos que estuve con él y vivimos buenos momentos. En ningún caso me siento un afortunado, ya que me encanta jugar con 'Lapro' y estoy deseando que vuelva cuanto antes.
Sobre su figura pesaban prejuicios como que adolecía de físico para competir en la Euroliga. ¿Cree que ha tapado alguna boca?
–Bueno, nunca escucho demasiado a la gente y lo digo con todo el respeto del mundo. Al final, el que está aquí, el que compite y el que ha vivido una carrera soy yo. Sé perfectamente cuál es mi límite y hasta dónde puedo llegar. Soy consciente de que mi físico no es muy común en la Euroliga, aquí hay gente atlética y grande mientras yo soy más pequeño. Por fortuna, el baloncesto no es solo físico y creo que puedo aportar muchas cosas. En algunos momentos de los partidos, el físico resulta importante y es lógico que me cueste un poco más pero insisto en que el baloncesto no es solo eso y yo sé que soy capaz de aportar muchas cosas a un equipo pese a mi estatura.
"Recuerdo que hace muchos años mi tío Txus me dijo que ya estaba a un nivel que no me podía ayudar, aunque yo discrepo. Sé que si algún día tengo algún problema de este tipo puedo hablarlo tranquilamente con él"
¿Le siguen dando algún consejo sus tíos tan conocidos en Vitoria?
–Suelo hablar con ellos, pero no de baloncesto. Recuerdo que hace muchos años Txus me dijo que ya estaba a un nivel que no me podía ayudar, aunque yo discrepo. Sé que si algún día tengo algún problema de este tipo puedo hablarlo tranquilamente con ellos. Por encima del baloncesto, está mi familia y las relaciones con ellos. Entonces cada vez que hablamos no es sobre baloncesto, sino sobre cómo están tanto ellos como mis primos que es mucho más importante.
Para llegar a lo más alto como usted, hay que ser un descarado. Nunca rehúye la responsabilidad ni le quema el balón. ¿Por qué?
–Sí, va un poco con mi forma de ser y con la forma que me han enseñado a jugar a baloncesto. También tiene que ver con la confianza que me han dado mis padres no solo en el deporte sino en la vida para ser yo mismo. Es verdad que con mi estilo de jugar y con cómo soy, me he tenido que adaptar un poco y tener ese descaro. Pero lo disfruto mucho porque me encanta este deporte. Me gusta mucho jugar rápido, meter canastas y que la gente disfrute. Cuando jugaba de pequeño, recuerdo que mis padres me decían que ante todo disfrutara yo y de paso les hiciera disfrutar a ellos. Esa siempre ha sido para mí una máxima.
"El Baskonia nunca fue una opción para mí. No me ha importado porque Vitoria es una ciudad que he visitado mucho pero yo soy de San Sebastián y si tengo la ilusión de jugar alguna vez cerca de casa será en San Sebastián"
Debido a sus raíces alavesas, ¿son especiales para usted los partidos ante el Baskonia?
–Bueno, he jugado muchos encuentros ya ante ellos en mi carrera y es algo natural en el sentido de que siempre voy a Vitoria; no ya una vez al año como sucedía antes sino ahora dos o más. Es especial ir a Vitoria porque allí están mis tíos, mis primos, mi abuela... Es especial ver a mi familia y al acabar el partido estar con ellos o mis amigos de Donosti que normalmente suelen coger el coche para ir a verme. Es especial por eso, pero una vez empieza el partido el Baskonia es un rival más y me tengo que concentrar en eso.
Una curiosidad. ¿Ha estado alguna vez cerca de fichar por el Baskonia en su carrera?
–Nunca, nunca. En serio. Ha habido un montón de rumores, pero nunca he estado cerca.
¿Le hubiese gustado?
–Nunca me lo he planteado. Siempre he estado concentrado en lo que tenía en ese momento. Recuerdo que cuando estaba en Donosti tuve la posibilidad de ir a muchos equipos, pero me decanté por el Estudiantes. Desde entonces, solo he estado centrado en el lugar donde jugaba o al que podía ir. El Baskonia nunca fue una opción. No me ha importado porque Vitoria es una ciudad que he visitado mucho pero yo soy de San Sebastián y si tengo la ilusión de jugar alguna vez cerca de casa será en San Sebastián.
En cuanto al partido, ¿cree que Baskonia y Barcelona son dos equipos al alza en este instante?
–Pues será muy complicado. Estamos con bajas y nos está costando tener a todos los jugadores disponibles. Nos toca hacer retoques en la forma de jugar o plantear los partidos. Jugamos contra un Baskonia que en casa se crece y compite mucho mejor. Será un partido complicado porque tienen jugadores de mucho nivel a los que habrá que parar. Pero si hacemos las cosas como venimos haciéndolo durante este mes de enero, creo que tendremos la posibilidad de llevarnos la victoria.
Existe un debate sobre la falta de protección por parte de los árbitros hacia Markus Howard, un jugador cortado por el mismo patrón que usted. ¿Permiten excesivo contacto hoy en día los árbitros?
–Howard es un jugador muy bueno al que lógicamente el rival tiene que hacerle un marcaje muy fuerte y perseguirle. Entiendo que debe ser frustrante para él, pero eso creo que al final es un halago. A Howard no se le puede defender solo con un único jugador. Entiendo que se queje porque el nivel de contacto en la Euroliga es muy alto y el criterio de los árbitros para pitar faltas suele cambiar mucho de una jornada a otra. Pero eso lo debe tomar como un halago por el tipo de jugador que es.
"A Howard no se le puede defender solo con un único jugador. Entiendo que se queje porque el nivel de contacto en la Euroliga es muy alto y el criterio de los árbitros para pitar faltas suele cambiar mucho de una jornada a otra"
Para acabar, ¿cómo sobrelleva este calendario tan cargado un jugador como usted que puede disputar 80 partidos por temporada?
–Es complicado. Tengo que decir que yo soy casi nuevo en esto porque tan solo es mi segundo año en la Euroliga. Es verdad que la exigencia es muy grande, no solo por los partidos sino los desplazamientos y todo lo demás. No sé cuál es la solución porque al aficionado le encanta este formato de tres partidos a la semana y el medirnos todos contra todos en la Euroliga. Sin embargo, todo tiene un precio y lo vamos a ver en este partido. Nosotros llegamos con tres bajas y el Baskonia a lo mejor tendrá algún jugador que no se encuentra en las mejores condiciones. Hay que encontrar ese equilibrio, pero mi trabajo es jugar al baloncesto e intentar estar lo mejor posible para competir todos los días.