De planificar la alimentación de los jugadores del Alavés B a celebrar un ascenso por los canales de Venecia subido a una góndola, pasando por un título liguero con el Baskonia. La vida de un nutricionista puede ser tan emocionante como la de los propios deportistas, y prueba de ello son las numerosas aventuras que a sus 31 años ha vivido Javier Ríos, alicantino asentado en Vitoria-Gasteiz, que esta temporada ha conseguido el ascenso a la Serie A italiana con el Venezia FC.

Ríos estuvo viviendo en Alicante hasta la temporada 2018-19, cuando recibió la llamada del Alavés B. Fue llegar y besar el santo, ya que ese mismo año logró el ascenso a Segunda División B. Tras ello, estuvo trabajando en la pretemporada con el primer equipo albiazul y recaló finalmente en el Baskonia, donde pasó tres temporadas e incluso alzó el título de la ACB la primera campaña con Dusko Ivanovic.

Javier Ríos, en una sesión de trabajo del Venezia FC Venezia FC

Durante ese tiempo conoció a su pareja, vitoriana, y se estableció definitivamente en la ciudad hasta que hace un año le llegó la oportunidad de fichar por el Venezia. “Encontré el trabajo por LinkedIn a través de la Asociación de Dietistas y Nutricionistas de Equipos de Fútbol Español. El club no tenía antes esa figura del nutricionista, pero el entrenador actual, Paolo Vanoli, sí que le da importancia a este aspecto. Les gustó mi perfil y tras pensarlo y hablarlo con mi pareja decidimos ir para allí”, explica Ríos, ya de regreso en Vitoria tras terminar la temporada. 

Experiencia enriquecedora

En Venecia tuvo que enfrentarse a un escenario totalmente nuevo, aunque no tuvo demasiados problemas para adaptarse: “Cambió el idioma, pero realmente no hay tanta diferencia entre la alimentación de un equipo de baloncesto y uno de fútbol. Tienes que encargarte del doble de jugadores y por ejemplo a la hora de preparar los suplementos energéticos que ingieren durante los partidos también hay cambios, ya que en baloncesto hay más tiempos muertos para alimentarse y no es necesario adaptarse a distintos climas como en el fútbol. Por lo demás, su alimentación es muy parecida, rica en carbohidratos”.

Javier Ríos, en el centro, celebra el ascenso a la Serie A junto al resto de la plantilla Venezia FC

Entre sus labores, además de preparar los suplementos de los partidos, está planificar los menús de los futbolistas tanto durante el tiempo que pasan en Venecia como en los hoteles de las ciudades que visitan durante la competición.

"En Venecia he podido reencontrarme con Spahija; estuve muy a gusto trabajando con él y con Dusko en el Baskonia"

“Hay unos menús generales para todos y luego a veces toca preparar algo específico para algún jugador en función de las necesidades que tengan. La del nutricionista es una figura que está muy asentada en el deporte español, pero en Italia diría que en este aspecto van tres o cuatro años por detrás. Están dándose cuenta ahora de la importancia que tiene e incorporándola a sus estructuras”, detalla.

Imagen de la celebración del ascenso por los canales de Venecia Venezia FC

Y es que en el actual panorama deportivo, en el que cada detalle cuenta, resulta imprescindible una buena alimentación para rendir al máximo. “Ahora no te puedes permitir que un futbolista se pierda un partido por una diarrea o problemas estomacales. La evolución en los últimos años en este aspecto ha sido notable y ya no se dan muchos casos así”, añade Ríos.

"La alimentación de los futbolistas y los jugadores de baloncesto es muy parecida en el fondo, rica en carbohidratos"

Quienes ganan los partidos son los deportistas, pero la aportación de todo el personal que está detrás suma, y es por ello por lo que una pequeña parte del ascenso del Venezia a la máxima categoría de Italia, la Serie A, también corresponde al nutricionista asentado en Vitoria: “Sabíamos que era un proyecto fuerte, pero el ascenso ha sido una sorpresa. Al igual que en Vitoria con Mendizorroza, allí hay mucha devoción por el fútbol y un gran ambiente en cada partido. La celebración no se ha quedado atrás”. Las imágenes del paso de la góndola por los canales de Venecia, desde luego, son espectaculares. “Ha sido una pasada, con mucha gente alrededor en barcos, con bengalas, cantando... Una locura”, detalla.

Agradecido al Baskonia

En Venecia, curiosamente, Ríos ha tenido la oportunidad de reencontrarse con Neven Spahija, con quien coincidió en su última etapa en el Baskonia y que actualmente está dirigiendo el Reyer Venezia de baloncesto. “He podido hablar con él, sí. En el Baskonia estuve muy contento, fue una gozada trabajar con Dusko Ivanovic y después con Spahija. El staff es fantástico, también el cuerpo médico, los jugadores... Se nota que es un gran club, siempre está arriba en la Euroliga y mi pareja y yo lo apoyamos y vemos sus partidos siempre que podemos”, admite.

Javier Ríos, con el trofeo de vencedor del 'play off' de ascenso logrado al superar a la Cremonese Venezia FC

Su prioridad ahora, en cualquier caso, es seguir creciendo en Italia, donde le espera un reto aún mayor al de esta temporada. “El club me ha ofrecido la renovación y ahora estamos negociándolo, pero mi objetivo es continuar en Venecia. Estoy muy motivado por este reto, va a tocar planificar viajes al campo de la Juventus, al Olímpico de Roma, a San Siro... Es un sueño para mí”, sentencia.