El Baskonia se aferra al factor Buesa Arena para enderezar el rumbo en el campeonato doméstico. Los pupilos de Ivanovic, en una situación clasificatoria crítica debido a las dos victorias de desventaja por el 'play off', reciben al Barcelona este domingo a las 18.30 horas en la que se traduce como toda una prueba de madurez para el conjunto vitoriano.

La trascendencia del partido es mayúscula. Esta es una jornada fundamental para agarrarse a la lucha por el octavo puesto. Y no lo es menos para dejar atrás una racha de tres derrotas consecutivas en el campeonato doméstico. 

La distancia respecto al 'play off' es de dos victorias y, en caso de caer ante la todopoderosa escuadra blaugrana, pocas dudas quedan de que el desenlace del campeonato se complica sobremanera para el Baskonia. Eso sí, los vitorianos tienen motivos suficientes como para creer en sus capacidades y volver a saborear un triunfo balsámico en ACB.

Es cierto que, a priori, el Barcelona no es el rival más asequible para regresar a la senda de la victoria en ACB, pero el Baskonia ya sabe lo que es derrotar al conjunto culé. El equipo de Ivanovic demostró estar a la altura de los colosos cuando endosó al conjunto catalán un contundente 94-71 en el pasado mes de diciembre. También es cierto que los de Grimau no han mostrado en el campeonato doméstico la misma fiabilidad que en Euroliga y a la vista están sus tropiezos frente al Casademont Zaragoza y el Baxi Manresa.

El Baskonia, eso sí, está obligado a plasmar una de sus actuaciones más maduras si quiere aferrarse al octavo puesto. Dusko Ivanovic necesita recuperar la mejor versión de su guardia pretoriana para poder igualar la exigencia física de su rival. 

Entre las figuras más necesitadas por el técnico montenegrino se encuentran Tadas Sedekerskis, quien todavía no está en su plenitud física, y un Markus Howard que estuvo lejos de su versión más letal en el trámite de Euroliga frente al Alba Berlín.

Rival férreo

Basta con observar el fondo de armario blaugrana para confirmar que el Barcelona es un transatlántico de la competición. Roger Grimau ha superado la pequeña crisis sufrida durante el mes de diciembre y su plantilla desborda equilibrio en todas las líneas. 

Los culés reúnen a varios jugadores en un estado de forma extraordinario. Entre ellos se encuentra Jan Vesely, una dura piedra de toque para el juego interior alavés. De hecho, el espigado pívot checo, en la reciente victoria frente al Valencia Basket, firmó un 10/10 en tiros de dos. A la experiencia de Vesely también se suma la serenidad que transmiten tanto Nikola Kalinic como Jabari Parker. Otra seria amenaza es la munición en el exterior de Laprovittola y las tablas de Satoransky.

Si bien el último precedente en casa frente al Barcelona resulta alentador para la parroquia baskonista, es evidente que la de esta tarde es una auténtica prueba de fuego para el equipo de Dusko Ivanovic. Si bien es cierto que la reciente victoria frente al Alba Berlín alivió el rictus de la escuadra vitoriana, el duelo de este domingo resulta vital para no caer definitivamente de la lucha por el play off y poner fin a la racha de tres derrotas consecutivas en liga.