Dubái ya está en camino de entrar en la Euroliga. Ayer por la tarde, los 13 clubes propietarios de la competición (Baskonia, Barça, Real Madrid, Olympiacos, Panathinaikos, Anadolu Efes, Fenerbahçe, Maccabi Tel Aviv, Zalgiris, Armani Milan, CSKA Moscú, Bayern de Múnich y Asvel Villeurbanne) votaron y aprobaron de forma mayoritaria el marco económico para la incorporación de un equipo de los Emiratos Árabes Unidos al torneo continental.
Aunque no se trata de una decisión irrevocable y los propietarios deberán ratificarla definitivamente en otra reunión que celebrarán en el primer trimestre de 2024, sí que confirma la intención firme de expandirse hacia Oriente Medio, algo que hace un año se veía aún como una opción remota y ahora ya es una realidad.
Además del voto de los clubes, ha sido clave la intervención del actual presidente de la Euroliga, Dejan Bodiroga, y el director ejecutivo Paulius Motiejunas, ambos favorables a la expansión.
La decisión supondrá una importante inyección de dinero para la competición, necesitada de recursos económicos para intentar estrechar la enorme brecha que le separa de la NBA.
El trato, a grandes rasgos, consiste en el ingreso de un equipo de Dubái en la Euroliga, que se sumaría a los 13 propietarios actuales como accionista de pleno derecho, y la concesión de dos Final Four a la ciudad de los Emiratos Árabes Unidos de aquí a 2030.
A cambio, Dubái realizará una potente inversión de 150 millones de euros en seis años que será una bendición para el torneo.
Es una cifra importante, pero la Euroliga espera que los beneficios económicos de este pacto sean aún mayores a causa de la entrada de nuevos patrocinadores e inversores que supondría la apertura al mercado árabe.
Por ejemplo, el contrato con el actual patrocinador principal del torneo continental, Turkish Airlines, acaba en 2025 y está sobre la mesa la posibilidad de que entre en su lugar la aerolínea de Dubái, Fly Emirates.
Encaje del nuevo equipo
La entrada de un nuevo club de Dubái conllevará algunas dificultades en cuestiones que aún están sin resolver en una hoja de ruta que irá definiéndose en los próximos meses.
Por un lado, será necesario encontrar acomodo al conjunto árabe en una de las ligas europeas, y la opción que más fuerza tiene ahora mismo es la de que se incorpore a la Liga Adriática, donde participan los mejores equipos de las diferentes repúblicas exyugoslavas (Bosnia y Herzegovina, Croacia, Serbia, Montenegro, Eslovenia y Macedonia del Norte).
La presencia del hermano del actual número uno del mundo del tenis, Djordje Djokovic, como una de las cabezas visibles del proyecto y posible alto cargo del nuevo club de Dubái, seguro que facilitaría su ingreso en la Liga Adriática.
De hecho, el propio Novak Djokovic es un apasionado del baloncesto y suele dejarse ver habitualmente en la grada en los partidos del Estrella Roja como local.
Después sería necesario hacerle un hueco en la Euroliga como tal, donde está por ver qué encaje tendría, ya que el actual calendario con 34 jornadas de liga regular ya supone un enorme esfuerzo para los jugadores, que tienen además que disputar los compromisos FIBA y las ligas nacionales.
Tampoco parece probable que se vaya a sacrificar a alguno de los actuales participantes, ya que, además de los 12 equipos que cuentan con plaza fija, el Estrella Roja, el Partizan, el Valencia Basket, el Alba Berlín, el AS Mónaco y la Virtus Bolonia son proyectos sólidos que interesan al torneo.
Teniendo en cuenta de que la Euroliga lleva un tiempo allanando el terreno para la entrada de un equipo de Londres (London Lions) y otro de París (París Basketball), ambos presentes ya en la Eurocup, lo más factible es un cambio de formato en el sistema de competición.
A principios de este año, de hecho, se habló de un torneo con 22 equipos participantes y dos conferencias, al estilo NBA, en las que los clubes se enfrentarían en dos ocasiones a los de su propia conferencia (20 partidos) y en una a los de la contraria (11 partidos).
Todas estas incógnitas irán resolviéndose en los próximos meses, en los que se deberá rubricar también la firma definitiva del acuerdo con Dubái y concretar todos los detalles de este.
Lo que está claro es que no pasará mucho tiempo hasta que un equipo árabe se sume a los rivales del Baskonia en un torneo que no se quedará ya únicamente en los límites del continente europeo.
El viaje que realizaron a Dubái los trece clubes propietarios y los máximos mandatarios hace un año, en el que estuvo presente el director deportivo Félix Fernández en representación del Baskonia, sumado a los continuos contactos y sobre todo al peso del dinero contante y sonante, ha empujado a la Euroliga a dar este importante paso con los riesgos que puede conllevar la entrada de un equipo con un presupuesto prácticamente ilimitado.