A menos de siete minutos para la conclusión de la final del prestigioso Torneo Internacional Vanoli Stradivari Cup, el poderoso Olympiacos dominaba por un claro 52-63 al infantil B masculino del Baskonia.
Los canteranos azulgranas habían estado tuteando en todo momento al potente equipo heleno. El ajustado 31-32 al descanso del torneo italiano así lo confirma.
Sin embargo, al inicio del último cuarto daba la sensación de que la escuadra helena era ya inalcanzable para los pupilos de Jon Marín e Iker Lacalle. Más aún, cuando a menos de 2:30 para la conclusión del partido, la escuadra del Pireo seguía dominando el marcador por una cómoda renta de 8 puntos (61-69).
El Baskonia, que había firmado un torneo espectacular estaba contra las cuerdas. Los prometedores jugadores vitorianos se habían presentado en la final tras haber quedado primeros de un grupo en el que estaban los equipos italianos de Basket Genova, Don Bosco Crocetta y Pallacanestro Viadana, mientras que en semifinales dieron buena cuenta del UISP Rivarolo por 94-49.
La ilusión era máxima, aún a sabiendas de que el reto de doblegar a un Olympiacos que se había plantado en la final tras imponerse al Viadana Basket por 104-75 era muy, muy complicado. La escuadra ateniense estaba confirmando en el partido por el título su papel de máximo aspirante.
Su defensa asfixiante ahogaba a los jóvenes jugadores del Baskonia. Incapaces de anotar, incluso de pasar de campo en ocasiones, veían como sus posibilidades de victoria se esfumaban poco a poco. El tiempo pasaba y el conjunto de el Pireo no cedía. El infantil B, sin embargo no se rindió. Carácter Baskonia. Desde la base. Ya desde la escuela les dejan bien claro que nunca hay que bajar los brazos.
Así lo hicieron estos talentosos jugadores. Con más garra que cabeza siguieron empujando en busca de una victoria que parecía imposible. Agotados y casi sin oxígeno no cedieron en el empeño de coronar su particular Everest, todo un Olympiacos, que dominaba por 65-71 a menos de un minuto para el final.
La valentía de Marín con dos entradas soberbias acercaba al Baskonia en el marcador. Aún había que seguir remando. El conjunto azulgrana lo hizo y consiguió igualar el partido a falta de 40 segundos.
Las espadas estaban en todo lo alto. El Olympiacos merced a dos tiros libres volvería a ponerse dos arriba cuando tan solo restaba medio minuto. Un lanzamiento desde la personal acerca a un punto al Baskonia a tan solo 19 segundos (72-73).
El rebote capturado por el azulgrana Roland le dio la opción de anotar, pero no pudo hacerlo al ser objeto de una falta personal. Dos tiros libres a falta de 17 segundos para dar la victoria al Baskonia. Sin embargo, el aro repelió ambos lanzamientos.
Al menos, en la lucha por el rebote, el cuadro heleno no pudo hacerse con el balón y dejaría una nueva posesión para el Baskonia. Otra opción para ganar un partido que hace no muchos minutos había estado imposible.
Saque de fondo, Roland hace imponer su imponente físico en la pintura, recibe el balón y anota a falta de diez segundos para poner el 74-73. Ahora tocaba defender a muerte.
Así lo hizo este Baskonia. Olympiacos dispuso de un último tiro que casi entra al borde del final. Sin embargo, no lo hizo y Roland se hizo con un rebote para cerrar un triunfo épico que desató la locura entre los fieles baskonistas desplazados hasta allí.
Emoción y felicidad de los jóvenes jugadores azulgranas. Eneko, Itzel, Izei, Unai, Hugo, Roland, Josué, Íñigo, Oier, Ekaitz y Matija no cabían en sí de gozo. Los héroes de la gesta. Incrédulos ante el partido que acababan de remontar. Lágrimas de satisfacción de Roland en la piña del equipo. Enorme, como todos sus compañeros. Así fue el broche al espectacular torneo firmado por el Baskonia en Italia.
