Darius Thompson se ha convertido, sin temor a equívoco, en el base puro de mayor impacto esta temporada en el Viejo Continente. El Baskonia es consciente de que tiene una joya entre sus manos y, por ello, está dispuesto a poner toda la carne en el asador con tal de que el sensacional base nacido hace 27 años en Tennessee eche raíces en la capital alavesa.
Según ha podido confirmar DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el club vitoriano se ha puesto ya manos a la obra para renovar al que es la cabeza pensante del equipo y la fuente de alimentación sobre la que gira el volcánico baloncesto azulgrana desde el comienzo de la campaña.
Tanto su agencia de representación como el propio Thompson son conscientes ya del firme deseo del Baskonia de seguir contando con sus servicios más allá de junio de 2024, la fecha en la que expira su contrato en Vitoria.
Este verano, eso sí, ambas partes tienen la opción de salirse del contrato y eso alimenta las dudas entre la parroquia azulgrana respecto a lo que puede suceder con el futuro de la pieza que, con permiso de Markus Howard, está abanderando el notable rendimiento del conjunto vitoriano durante los últimos meses.
El Baskonia, por un lado, incluyó el pasado verano una opción para prescindir de sus servicios si no estaba satisfecho con el rendimiento de Thompson. El jugador, por su parte, también puede poner fin a su etapa si cualquier club europeo o incluso una franquicia de la NBA, abona una cláusula de rescisión que, según ha sabido este periódico, no alcanza los elevadísimos dígitos de otras estrellas que pasaron en su día por el Buesa Arena.
El coste de la libertad del timonel norteamericano con pasaporte italiano puede estar al alcance de cualquier transatlántico continental, mucho más tras el estelar nivel alcanzado con la elástica vitoriana, y ese es el motivo por el que al Baskonia le gustaría concretar cuanto antes su continuidad. De momento, ambas partes se han dado un margen de espera y, a petición del propio base, será al final de esta campaña cuando la entidad alavesa defina los términos exactos de su propuesta.
Para Josean Querejeta y su equipo de colaboradores prima más en este caso la vertiente deportiva que la económica. Su deseo es hacer de Thompson el líder del Baskonia durante las próximas temporadas. El club es consciente de que el base se ha revalorizado lo que no está en los escritos. Pocos directores de juego tienen una mente tan privilegiada para leer el baloncesto y, por tanto, tocará hacer un esfuerzo muy importante a nivel económico para satisfacer el objetivo.
Como siempre sucede en estos casos, el Baskonia se verá obligado a mejorar notablemente sus emolumentos, siempre el paso previo a intentar subir el importe de una cláusula que sería únicamente válida para un hipotético retorno a la NBA. Si algún club europeo es quien viene a por sus servicios en el futuro, al club le gustaría fijar su precio de salida y no tener que remitirse al importe fijado en un contrato. Es decir, que la cláusula solo sea válida para Estados Unidos y no Europa.
Thompson escuchará la propuesta azulgrana antes de tomar una decisión definitiva, pero el hecho de que se encuentre a gusto en Vitoria –algo que reconoció en una entrevista concedida a este periódico el pasado 26 de enero– es un buen punto de partida para que los aficionados baskonistas sueñen con su continuidad durante más tiempo.
“La gente en Vitoria es muy abierta y tanto a mí como a mi familia nos han tratado con mucho respeto y aceptación desde que llegamos. Lo único que cambiaría de la ciudad es el clima, ojalá no hiciera tanto frío en invierno. Por lo demás, no tengo ninguna queja”, reconoció Thompson, un base al que se le ha relacionado en España con el Real Madrid y en Italia, país del que posee su nacionalidad y con el que no haría ascos a la opción de disputar el Mundial, con el Armani y la Virtus.