El Baskonia protagonizó su enésima exhibición anotadora de la temporada en el Buesa Arena e hizo los deberes ante un Asvel maltrecho y lastrado por las bajas cuyos únicos argumentos fueron la inspiración anotadora de Mathews y el talento de De Colo. Pudo haber sido una noche histórica en Vitoria y en cierta medida lo fue por las altísimas cifras anotadoras (120-100) de ambos equipos en un partido sin tregua, pero el agónico triunfo del Zalgiris contra el Maccabi obligará a que los vitorianos tengan que jugarse en la última jornada su presencia en el play off. El conocimiento de esta situación antes del encuentro, en cualquier caso, no condicionó al equipo, que completó una actuación casi inmaculada.

El conjunto gasteiztarra, que partió de inicio con el quinteto de las grandes citas formado por Thompson, Marinkovic, Giedraitis, Hommes y Kotsar, arrancó el encuentro con confianza, ritmo y fluidez ofensiva. Thompson, con nueve puntos en los primeros cinco minutos y medio de juego, asumió galones desde el principio y, bien escudado por el acierto de Marinkovic y Giedraitis, estableció una primera ventaja importante de ocho puntos con el 19-11. El buen trabajo de Enoch y Howard mantuvo el alto ritmo anotador local con la entrada de la segunda unidad, situación en la que el conjunto azulgrana fue capaz de mantener su renta al término del primer cuarto, en el que el abultado marcador de 32-24 evidenció la superioridad de los ataques sobre las defensas.

En la reanudación, el Asvel elevó el tono físico del encuentro y el vertiginoso ritmo anotador, como era esperable, descendió. El cuadro francés buscó con más ahínco penetraciones hacia el aro y fue poco a poco recortando distancias a base de canastas en la pintura y los viajes a la línea de tiros libres de De Colo, hasta situarse a dos puntos con el 38-36. Afortunadamente, Giedraitis enfrío la remontada con un triple y junto a Hommes encadenaron un parcial de 7-0 para devolver algo de calma a los alaveses. A partir de ese momento, el choque se convirtió en un toma y daca entre Mathews, autor de 17 puntos al descanso, y el Baskonia, que encontró respuesta a cada estocada del escolta. De hecho, la ventaja se mantuvo entorno a los ocho puntos hasta que en las dos últimas posesiones un triple de De Colo y una falta mal medida de Thompson sobre la bocina a la estrella del Asvel cerró la primera parte con un marcador aún apretado de 55-51.

Final tranquilo

La charla de Peñarroya, que no se marchó precisamente contento al descanso, sirvió para reactivar a sus jugadores, que al regreso de vestuarios saltaron a la cancha encendidos y alcanzaron los dobles dígitos de ventaja nada más empezar gracias a un parcial de 0-7 culminado con un triple de Hommes. Los azulgranas recuperaron la fluidez ofensiva de los primeros minutos, con Thompson anotando y repartiendo asistencias a diestro y siniestro, mientras De Colo se encargaba de mantener a los suyos en el encuentro con sus destellos de calidad. Cada vez que el Asvel se intentó acercar en el electrónico, ya fuera con un triple de Bost o los puntos del inspiradísimo Mathews, el Baskonia tuvo una respuesta y, aprovechando que el exazulgrana Fall apenas pudo jugar por su acumulación de faltas, ganó la batalla bajo los tableros y llegó al cuarto decisivo con una cómoda renta de 88-75.

En el último cuarto, el Baskonia fue capaz de gestionar la ventaja sin excesivos problemas, ya que el Asvel no fue capaz de acercarse a menos de diez puntos de los locales. Fall fue eliminado nada más arrancar el cuarto, los rebotes siguieron favoreciendo a los azulgranas y con todavía seis minutos por disputarse los gasteiztarras alcanzaron la cifra de los 100. Con ese marcador de 100-85 y el triunfo encarrilado, Peñarroya optó por dar descanso a sus principales jugadores e introducir a Heidegger por primera vez en el encuentro. Con los menos habituales sobre el parqué y el Asvel dejándose llevar definitivamente pensando en la liga francesa, el partido se rompió y se convirtió en un correcalles en el que la afición disfrutó de una altísima anotación que terminó con un marcador de 120-100. El triunfo del Zalgiris evitó que la fiesta fuera completa. El Baskonia cumplió de sobra con su cometido, pero deberá jugárselo todo en El Pireo contra el líder. En cualquier caso, llegar a esta situación ya es un éxito.